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Instrumentos de medición del rendimiento escolar Fernando Carreño Huerto INTRODUCCIÓN Para evaluar el aprendizaje, el profesor pude recurrir a distintas técnicas y medios, e incluso es conveniente que pluralice las fuentes de sus estimaciones. En esta obra nos referiremos exclusivamente al renglón pruebas, por considerarse éste como el instrumento de medición que proporciona las estimaciones más “realistas” del rendimiento escolar. Esto no significa, de manera alguna, dejar de reconocer la existencia y valor de otros mecanismos e instrumentos de medición, como las entrevistas o la observación del desempeño académico, sino que estos recursos, por su naturaleza, presentan características de subjetividad tales que sería difícil proponer para ellos un manejo técnico que aumentara los márgenes de confiabilidad y homogeneidad hasta convertirlos en instrumentos idóneos para los fines que nos ocupan. Por otra parte, para medir el aprendizaje, las pruebas ofrecen ventajas que en conjunto no poseen los demás instrumentos de medición, a saber: podemos aplicarlas justo en el momento adecuado o deseado; podemos planear sus alcances y estructura; podemos aplicarlas simultáneamente a grandes grupos, etc., todo lo cual ha hecho de ellas el medio más socorrido para la medición del aprovechamiento escolar. Medir no es evaluar, pero si partimos de mediciones para la evaluación, tenemos que asegurarnos previamente de que dichas mediciones aporten información confiable, consistente y no deformada por defectos o fallas de los instrumentos empleados para obtenerlas. Las mediciones constituyen a este respecto la materia prima de la evaluación y su calidad, uniformidad y precisión como parejas con el producto a que dan lugar, sea éste la toma de decisiones pedagógicas, la adjudicación de calificaciones, la adopción de alternativas de enseñanza o la modificación de los planes y programas de estudio. En resumen, se puede afirmar que ningún elemento aislado del proceso de enseñanza-aprendizaje puede, por sí mismo, modificar favorablemente el contexto general de la educación, por más que se planee y ejecute a la perfección; a la inversa, un elemento deficiente o errático puede dar al traste con el resto de los momentos y funciones educativas, aunque este resto esté sólidamente planteado y ejecutado, siendo sólo la educación y buen funcionamiento de todas las partes o entidades del sistema lo que determina su éxito o el logro de sus objetivos. Sin restar importancia, pues, a todos y cada uno de los demás aspectos y elementos que constituyen el proceso educativo, e incluso dependiendo de ellos, estudiaremos la mecánica y técnicas para la elaboración de pruebas, a conciencia de que la superación y logros en este terreno redundarán por fuerza en beneficio de la totalidad del sistema. CAPITULO 1. GENERALIDADES. El primer problema a enfrentar en relación con las pruebas corresponden a la definición del tipo y naturaleza del instrumento que se va a estudiar, puesto que, existen algunas formas básicas, así como un sinnúmero de combinaciones y derivaciones con características propias y particulares, en cuya construcción y manejo pueden y deben emplearse diferentes criterios. Nos referiremos a las pruebas objetivas, caracterizadas por estar construidas a base de reactivos cuya respuesta no deja lugar a dudas respecto a su corrección o incorrección, trabajando el estudiante sobre una situación estructurada a la que no aporta más que respuestas concretas, este mismo tipo de prueba es posible emplearla con fines diagnósticos, formativos o resumidos, lo cual ya le impone ciertas modalidades según el propósito para el que va a ser empleada. Simultáneamente puede pensarse en una prueba tipificada (elaborada con todos los requisitos técnicos por especialistas, probada con tablas de resultados, etc.); o bien en una prueba informal (elaborada para uso eventual por el profesor, para propósitos específicos relativos al curso que está impartiendo y los alumnos que en él participan, etc.), lo cual impone otro tipo de variantes a la misma prueba. Nuestro trabajo se referirá exclusivamente a las pruebas objetivas informarles, haciendo algunos comentarios que orienten el trabajo según sirva a propósitos de diagnósticos, posean carácter formativo o sean de índole resumida. La decisión tomada en cuanto a las características de la prueba a tratar obedece al hecho de que con esta actividad se pretende ofrecer apoyo técnico al profesor en aquellas tareas que surgen como parte del trabajo cotidiano en el aula, y las pruebas tipificadas pertenecen al grupo de instrumento que requieren de un tratamiento técnico que el profesor aislado generalmente no está en condiciones de aportar, requiriéndose la colaboración de varios especialistas y un lapso demasiado amplio para las circunstancias educativas que vive cada profesor. Las pruebas tipificadas suponen tal rigor en su elaboración y análisis que para producirlas se debe contar con personal bien calificado en pedagogía y estadística, así como lo que concierne a los aprendizajes mismos que la prueba a medir. Un caso concreto en que sí se justifica la elaboración de una prueba tipificada es, por ejemplo, el de las pruebas de admisión a las instituciones educativas. Estas pruebas se utilizarán para atender a gran cantidad de solicitantes y, con ligeras variantes, en diversas generaciones de alumnos, además de que los resultados correspondientes darán lugar a decisiones tan importantes como la aceptación o el rechazo de los sustentantes. Las tareas particulares de cada profesor, pese a que fuera deseable que mantuvieran un alto índice de precisión y objetividad, tienen verificativo en otro contexto, y las consecuentes mediciones del aprovechamiento tienen que operar entre muchas actividades que reclaman igual o similar atención y preocupación. En el campo de la evaluación ya se prevé por lo menos la existencia de un cuerpo de especialistas dedicados a integrar y organizar el material de las pruebas, contribuyendo de esta manera a la tecnificación del proceso de enseñanza-aprendizaje y descargando a los profesores tanto de la responsabilidad como del trabajo implicados en la planeación, elaboración, aplicación y calificación de pruebas. |