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Aguileña (Aquileria vulgaris) La aguileña es una planta que se renueva cada año y suele alcanzar el metro de altura. Sus hojas nacen de las cepas y se ramifican en lo alto de la planta. Tienen unos rabillos muy largos y cada hoja se divide en tres de tres gajos cada una. Esta planta se cría en zonas frescas, principalmente en bosques, barrancos y prados. Podemos encontrarla en la zona norte de la Península Ibérica. En el sur resulta más difícil hallarla, aunque no imposible. La época de floración de la aguileña comienza en abril y abarca los meses de primavera y verano. Sus flores están sostenidas por un cabillo alargado; son de color azul, aunque su tonalidad es muy variable, e incluso pueden llegar a ser blancas. Están compuestas de cinco pétalos que tienen forma de espolón, y de cinco sépalos de aspecto semejante a los pétalos. Los estambres son muy abundantes y están libres entre sí. El fruto se compone de cinco partes que se abren en su zona interior cuando madura. Es difícil encontrar dos aguileñas iguales debido a la gran variedad de colores y tamaños que existe. De esta planta se recolectan las flores, hojas y semillas. En un principio se pensó que contenía alcaloides, hecho que no resultaba extraño pues las ranunculáceas se caracterizan por producir numerosos alcaloides además de otras sustancias que actúan de forma muy violenta sobre el cuerpo humano. Sin embargo, esta teoría fue rechazada posteriormente. Lo que sí contienen las flores y hojas es glucósido nitrílico en pequeñas cantidades, el cual al descomponerse produce ácido cianhídrico. Esta sustancia también se encuentra en las semillas, que además contienen materias grasas. A esta planta se le han atribuido desde tiempos remotos numerosas virtudes: se utilizaba en medicina por sus cualidades diuréticas, sudoríficas y desecantes, entre otras; también se empleaba para facilitar los partos. A los niños se les administraba cuando padecían sarampión o viruela. Asimismo fue muy aceptada la utilización de la aguileña para evitar el tan temido garrotillo. En Inglaterra se utilizaba la aguileña para sanar el ardor de boca y garganta. También se utilizaba frecuentemente en forma de jarabe para curar calenturas. De cualquier modo, actualmente no se usa prácticamente más que como planta de adorno. Varios autores han ubicado esta planta, al igual que otras muchas de su familia, dentro de las especies tóxicas. Por tanto, no es recomendable utilizar la aguileña en medicina casera. Tóxico. Antipirético. Astringente Ajedrea (Satureja montana) La ajedrea es una pequeña mata, tiesa y áspera al tacto, leñosa solo en la base y con las ramas herbáceas cubiertas de pequeños pelitos blancos. Es una planta muy frondosa, de hojas enfrentadas, estrechas y agudas. Las flores son blancas y nacen en las axilas de las hojas superiores para formar ramilletes terminales, con las flores echadas hacia un lado. Enciclopedia de Plantas Medicinales - 9 - Se cría en laderas y collados secos, en general siempre sobre terrenos calcáreos de casi todo el país. Existe una variedad de esta especie, la Satureja innota, que solo se distingue de la ajedrea por tener las hojas más anchas, redondeadas en su extremo superior y atenuadas en la base, como si formaran un rabillo. Florece a partir del mes de junio y continúa durante todo el verano y parte del otoño. De la recolección interesan las hojas y la sumidad florida. En las hojas de esta planta se distinguen numerosos hoyitos, en cada uno de los cuales se aloja una glándula repleta de esencia, que es la que comunica a la ajedrea el intenso aroma que despide. El sabor de las hojas en crudo es ligeramente picante. La ajedrea contiene cantidades variables de una esencia que, en algunas variedades, puede llegar a superar el 2%; esta esencia está compuesta fundamentalmente de carvacrol, cineol, dipenteno y otros alcoholes menos conocidos. Los ácidos fenólicos le confieren una acción antiséptica, reforzada por la esencia, que además tiene propiedades tonificantes, aperitivas, digestivas y carminativas. En la planta también se han encontrado taninos que actúan como astringentes, antidiarreicos y cicatrizantes. Está indicada en problemas de inapetencia, atonía gastrointestinal, espasmos gastrointestinales, meteorismo, dolores de estómago, bronquitis y en uso externo sirve asimismo para curar heridas. Sin embargo, no es una planta exenta de efectos indeseables. En efecto -como en cualquier esencia- se ha descrito la aparición de erupciones cutáneas tras administrarse por vía interna. En realidad se trata de un hecho poco frecuente, pero se recomienda siempre empezar el tratamiento con dosis bajas para ir aumentándolas poco a poco. Es importante tener precaución en caso de que se administre a niños, pues ellos son más susceptibles de padecer problemas alérgicos. .- Infusión. Una cucharada de postre por taza. Las hojas deben estar bien desmenuzadas antes de añadirlas al agua hirviendo. Se toma una taza después de las comidas. .- Esencia. De 3 a 5 gotas de la esencia, sobre un terrón de azúcar, tres veces al día después de las comidas. Antiséptico. Antidiarreico. Aperitivo Ajedrea blanca (Satureja fructicosa) Su altura oscila entre 1 y 2 palmos. Tiene un aspecto blanquecino ya que está recubierta por una pelusilla de dicho color. Tiene una cepa que perdura durante mucho tiempo y de la cual nacen vástagos todos los años. Las hojas son de forma ovalada, se encuentran enfrentadas y se unen a los tallos por medio de un rabillo. Su tamaño varía dependiendo del lugar en el que se encuentren, siendo más grandes las que están más cerca de la cepa, mientras que las de los extremos son mucho más pequeñas. Esta planta se puede encontrar en la zona norte de España, desde lugares a nivel del mar hasta zonas montañosas de 1000 m de altitud. Se cría entre rocas calcáreas y en cauces de ríos secos. La ajedrea blanca tiene flores muy pequeñas que se encuentran agrupadas en ramilletes que nacen junto a las hojas de los extremos superiores. Están formadas por un cáliz de forma tubular con un tamaño no superior a los 3 milímetros. En el extremo está muy dentado y tiene una especie de mechón de pelo que sobresale. Su olor, muy agradable y fuerte, recuerda a la menta. Se recolectan las flores y las hojas a finales de junio, teniendo cuidado de no estropear la cepa para que vuelva a florecer al año siguiente. Se coloca al sol para que se deseque y se conserva envuelta en lienzo y guardada en un frasco de cristal. No suele estropearse, ya que no es una planta excesivamente delicada. Esta planta ha sido utilizada fundamentalmente en Valencia y Cataluña y fuera de España es prácticamente desconocida. Se la tiene como buen remedio para problemas de estómago y se utiliza para hacer buenas digestiones o para aliviar dolores cuando sienta mal algún alimento. Antiguamente se pensaba que era un remedio muy eficaz contra las mordeduras de serpiente y contra la rabia, pero hoy en día está demostrado que esto no es cierto y que su eficacia en estos casos es nula. Sus flores se utilizan en muchos lugares, más que nada por su agradable olor a mentol. .- Infusión. Se ponen 30 gr. de la ajedrea blanca a hervir en medio litro de agua durante 30 minutos aproximadamente. Se cuelan los restos de la planta y se deja enfriar. Se recomienda tomar tres tazas al día después de las comidas. .- Polvos. Se machaca la planta hasta convertirla en polvo fino y se mezcla con otras tres, obteniéndose unos "polvos contra la rabia" que curan las mordeduras de perro rabioso y que constituyen también un remedio para el veneno de las víboras. Este es un preparado muy antiguo que no tiene ningún efecto real. Antiséptico. Cicatrizante. Digestivo Ajedrea fina (Satureja obovata) Es un arbusto pequeño, que crece erguido y resulta áspero al tacto. Es una planta muy frondosa, con las hojas enfrentadas; el tamaño de dichas hojas no supera los 8 mm. Son de forma obtusa y redondeada en el extremo y se unen al tallo por medio de un rabillo muy corto. Tienen numerosos hoyuelos donde se almacena la esencia y le dan a la hoja un aspecto como manchado. Se puede encontrar en la zona este de España, Valencia, Almería y Murcia. También se halla por toda Andalucía. Se cría en terrenos áridos y secos. La ajedrea fina comienza a florecer a partir del mes de julio y continúa durante todo el verano. Las flores son blancas y nacen en las axilas de las hojas superiores para formar ramilletes terminales con las flores echadas hacia un lado. En las hojas de esta planta se distinguen numerosos hoyitos, en cada uno de los cuales se aloja una glándula repleta de esencia, la cual comunica a la ajedrea común el intenso aroma que despide. El sabor de las hojas en crudo es ligeramente picante. De la recolección interesan las hojas y la sumidad florida; por lo tanto la época de recolección coincide con la época de floración. La ajedrea fina tiene propiedades muy parecidas a las de la ajedrea común. Es antiséptica y además cuenta con propiedades tonificantes, aperitivas, digestivas y carminativas. Enciclopedia de Plantas Medicinales - 10 - Esta planta también actúa como astringente, antidiarreica y cicatrizante. Está indicada en problemas de inapetencia, atonía gastrointestinal, espasmos gastrointestinales, meteorismo, dolores de estómago, bronquitis y en uso externo sirve para curar heridas. Entre los efectos secundarios, como cualquier esencia, se ha descrito la aparición de erupciones cutáneas consiguientes a su uso por vía interna. En realidad se trata de un hecho poco frecuente, pero se recomienda siempre empezar el tratamiento con dosis bajas y aumentarlas poco a poco. Lo que sí es importante es tener precaución si se administra a niños, ya que estos son más susceptibles de padecer problemas alérgicos. .- Infusión. Las hojas deben estar bien desmenuzadas antes de añadirlas al agua hirviendo; se añade una cucharada de postre por taza. Se toma una taza después de las comidas. .- Esencia. De 3 a 5 gotas de la esencia sobre un terrón de azúcar, tres veces al día después de las comidas. .- Adobo. En la zona este de España se utiliza para preparar las aceitunas. Antiséptico. Carminativo. Espasmolítico Ajenjo (Artemisia absinthium) Planta herbácea vivaz a la que año tras año y después de secarse al llegar la temporada de fríos le vuelven a crecer nuevas ramas en primavera, ramas que no miden más del metro de altura. Estos nuevos tallos son rectos y con algunas ramificaciones, pero lo más característico es su aspecto blanquecino, al igual que el resto de la planta, que debe al vello que la recubre en su totalidad, incluidas las hojas. Lo podemos encontrar en zonas montañosas de la Península, lugares húmedos y a menudo en antiguas plantaciones, bastante corrientes en la antigüedad. Podemos encontrar ajenjo en flor entre julio y septiembre. Las flores, pequeñas y de color amarillo, resultan más llamativas pues se reúnen más de treinta en un capítulo redondeado, pareciendo de esta forma mucho más grandes. Estos se encuentran protegidos por una serie de brácteas. La recolección deberá hacerse en verano, una vez la planta se encuentre con los capítulos recién abiertos o a punto de abrirse; se procede a recoger las sumidades floridas y a efectuar una desecación lo mas rápida posible, siempre al abrigo del sol, preservando después la muestra de la humedad con los medios apropiados. La planta es rica en aceites esenciales, entre los que se encuentra tuyona y tuyol, que poseen propiedades carminativas, facilitadoras de la digestión, antihelmínticas, antibióticas y emenagogas. Si bien hay que advertir que la tuyona, en dosis elevadas, provoca convulsiones, por lo que se desaconseja su uso de forma continua ya que se pueden producir trastornos nerviosos, gástricos y hepáticos; por tanto, no se recomienda el empleo de la esencia. Se utiliza principalmente como antiespasmódico ginecológico; por ello mismo está contraindicado en mujeres embarazadas. También encontramos principios amargos como absintina, taninos y sales de potasio, responsables de su popular uso como aperitivo, siendo muy curioso su empleo en la fabricación del vermut, nombre que deriva de su designación en idioma alemán. Además presenta propiedades coleréticas, por lo que se emplea en disquinesias biliares. .- Infusión. Se prepara con siete gramos de la sumidad florida de la planta, sobre un litro de agua ya hervida, dejándolo en contacto durante quince minutos. De esta preparación se puede tomar un máximo de dos vasos al día como aperitivo. .- Polvo. La dosis máxima es de tres gramos al día, empleándose como aperitivo o antitérmico. En mayor cantidad -hasta un total de 8 gramos al día- se puede emplear como vermífugo contra los oxiuros. .- Tintura. Se pueden añadir 15 gotas a una infusión de menta o anís, para tomar tres veces al día fuera de las comidas. Carminativo. Aperitivo. Antibiótico |