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Algarrobo (Ceratonia siligua) El algarrobo es un árbol de gran porte, que alcanza los diez metros de altura. Tiene un tronco corto y grueso, generalmente irregular, pero de largas ramas curvadas hasta casi tocar tierra. Las hojas son ovales, de bordes enteros, lampiñas y lustrosas en la cara superior; se conservan durante todo el año. Hay algarrobos machos y algarrobos hembras. También existen árboles que dan flores de los dos sexos. De las flores femeninas se desarrollan los frutos o legumbres -las algarrobas- de hasta 12 cm. de largo, con un color marrón algo negruzco, y que contienen hasta 16 semillas incrustadas en una pulpa rojiza, que primero es amarga y luego dulce. Se cría principalmente en suelos calcáreos. En España casi toda la producción de algarrobas se da en Valencia, Tarragona, Barcelona y Baleares. El algarrobo florece en pleno verano, continuándose durante toda la temporada. El fruto madura al año siguiente. Con fines medicinales se utiliza la pulpa seca y las semillas. Dado que la floración continúa hasta finales de verano, las abejas aprovechan sus flores para la elaboración de miel, siendo por tanto una planta melífera -aunque la miel de algarrobo no es apta para consumo humano, pues no resulta nada agradable al paladar. En la composición del algarrobo encontramos azúcares como la glucosa, la sacarosa y la fructosa. También contiene pectinas, proteínas, grasas, ácido benzoico, ácido fórmico, mucílago y varias vitaminas. Las semillas están compuestas básicamente de galactomanano. La pulpa seca actúa como astringente y antidiarreico. En cuanto a la goma, al ser tan rica en galactomanano y mucílago, posee un suave efecto laxante; tal efecto se debe a que estos compuestos forman un gel viscoso, aumentando el volumen de las heces. Otra de sus acciones importantes es que el gel formado retiene la absorción de lípidos y glúcidos; por tanto tenemos una planta en la que se dan dos efectos opuestos: por un lado es astringente (si se utiliza la pulpa) y por otro es laxante (si se utilizan las semillas). Antiguamente el algarrobo era cultivado por los pueblos mediterráneos, tanto para el forraje del ganado -en particular para los caballos- como para la alimentación humana. En muchas regiones pobres constituía un recurso natural enormemente apreciado. .- Infusión. Se trata de una infusión astringente. Se prepara con 5 g. de corteza de algarrobo molido, en una taza de agua hirviendo; se cuela y se toma previamente azucarado. .- Cocimiento. 20 g. de algarroba triturada se ponen a cocer en medio litro de agua. Se toman unas tres tazas al día, apreciándose con ello un suave efecto laxante. Las semillas se emplean como laxantes en muchas preparaciones farmacéuticas comercializadas. Antidiarreico. Astringente. Laxante Algodonero (Gossypium herbaceum) El algodonero es una planta herbácea por todos conocida, ya que la fibra que se extrae de él se emplea corrientemente como material de cura, además de en otras muchas aplicaciones como luego veremos. En España el algodón no suele durar más de una temporada: se siembra en primavera y muere en invierno. Tiene hojas grandes, de nervadura palmeada, divididas en cinco gajos las inferiores y en tres las superiores. Las flores nacen de una en una en las axilas de las hojas, que aparecen sostenidas por su cabillo. Es una planta originaria de Oriente y actualmente muy extendida por toda la Península. Florece en verano y otoño. De la recolección con fines medicinales interesan los filamentos de las semillas -lo que vulgarmente conocemos con el nombre de algodón. Este algodón se encuentra rodeando a las semillas dentro de un fruto con forma de cápsula ovoide y dividido en tres cavidades. Los filamentos de las semillas de algodonero están constituidos casi exclusivamente por celulosa (aproximadamente en un 95%), con una pequeña capa de grasas y ceras, junto con ácidos grasos como el palmítico, esteárico y pectínico. En las semillas encontramos una cantidad importante de aceite y otros compuestos de menor interés. Las fibras del algodonero, convenientemente preparadas -esto es, limpias y desengrasadas- tienen la virtud de absorber rápidamente grandes cantidades de agua. Por esto se le llama algodón hidrófilo. Esta fibra se utiliza mucho como material de cura, hasta el punto de haber sustituido a otros tejidos usados en otros tiempos. Hoy en día se puede encontrar algodón en cualquier botiquín casero, para curar cualquier pequeña herida. En hospitales también se usa mucho como material de cirugía. De las semillas de algodonero se extrae un extracto que aumenta la producción de leche de las vacas, si se suministra diariamente. Con este mismo fin se da a la mujer lactante, en menores cantidades. Otro componente del aceite del algodón, la diastasa proteolítica, se utiliza como potente antihelmíntico, aunque hay que administrarla siguiendo unas pautas concretas. De hecho, se utiliza mucho en casos de personas que no toleran la corteza de raíz de granado o el helecho macho. El algodón se aplica de forma tópica sobre cualquier herida, bien solo o empapado en una sustancia antiséptica. Conviene tenerlo guardado en lugar seco y a ser posible en frascos herméticos para que no se alteren sus propiedades. Se puede adquirir con las debidas garantías sanitarias en cualquier oficina de farmacia. Enciclopedia de Plantas Medicinales - 18 - Normalmente existe en dos presentaciones: enrollado o en zigzag, siendo ambas igualmente válidas como material de cura. Absorbente. Galactógeno. Antihelmíntico Alharma (Peganum harmala) La alharma es una planta herbácea perteneciente a la familia de las zigofiláceas. Es una planta muy ramificada, con las ramas ligeramente en zigzag, muy poblada de hojas y toda ella lampiña. Las flores salen de una en una, están sostenidas por cortos cabillos, con un cáliz de cinco sépalos muy angostos, lineares, y algunos dientes a cada lado. El fruto es una cápsula globulosa un poco deprimida que se abre por tres valvas, con semillas angulosas. Las hojas poseen un sabor herbáceo. Se cría en lugares incultos, ribazos y escombreras, generalmente en los páramos de la España seca, desde la cuenca del Ebro hasta la meseta central y Andalucía. La alharma florece a partir del mes de abril en el sur del país y algo más tarde en la cuenca del Ebro y en el centro de España. Esta floración se suele prolongar durante todo el verano. De la recolección con fines medicinales interesan exclusivamente las semillas, que se recogen a finales del verano y se guardan en recipientes herméticos para evitar que se degraden los principios activos contenidos en ellas. En las semillas de la alharma, localizadas principalmente en la cáscara, se hallan tres alcaloides llamados harmina, harmalol y harmalina. Algunos autores hablan de un cuarto alcaloide, hallado durante el proceso de extracción de los tres anteriores, llamado peganina, que es estructuralmente idéntico al encontrado en otras plantas de familias distintas. Desde tiempos inmemoriales -sobre todo en parte de muchos pueblos árabes- las semillas de alharma se han empleado bajo diversas formas para procurarse una fugaz embriaguez. Se cuenta en numerosos libros que estas semillas se empleaban para conseguir un estado de suma alegría y euforia, siendo usadas por todo tipo de magos, curanderos y chamanes para ensalzar el espíritu. Esto nos da prueba de las virtudes de esta planta, siendo la excitación su propiedad más notable. Pero cuando se trata de cualquier droga no hay que olvidar la posibilidad de que se presenten efectos secundarios, que pueden resultar sumamente peligrosos si la cantidad ingerida es superior a la permitida. Esto no es difícil si tenemos en cuenta que las semillas pueden ser más o menos ricas en principios activos y que en algunos casos un puñado de semillas puede llevar cantidad de droga suficiente para matar a un individuo. Por tanto, su empleo debe estar siempre sujeto a prescripción médica. Las semillas no se deben utilizar nunca de forma casera, ya que la diferencia entre la dosis activa y la dosis tóxica es muy pequeña. En el caso de que sean prescritas por un facultativo, este será el encargado de establecer la dosis a usar. Excitante. Emenagogo. Tóxico Alhelí amarillo (Cheiranthus cheiri) El alhelí, según todos los tratados de botánica, comprende varias especies de dos géneros distintos; por esta razón debe llamarse alhelí amarillo, a fin de no confundirla. Es una una planta anual que se vuelve un poco leñosa a medida que envejece. Los tallos floridos son erguidos y están recubiertos de pelitos, al igual que las hojas, que se encuentran próximas unas a otras; son de figura lanceolada, agudas y de bordes enteros, un poco blanquecinas por debajo. Las flores son de color amarillo intenso y forman un ramillete en el extremo de los tallos. El alhelí amarillo se suele cultivar en macetas por su notable efecto ornamental, aunque también se da cimarrón, sobre todo entre muros de antiguos edificios, iglesias, monasterios, etc. Florece desde marzo en adelante. De la recolección con fines terapéuticos interesan las hojas y semillas. En cuanto a las hojas, se deben recoger en el mes de septiembre. En algunos manuales se dictan normas de recogida, concretando el tipo de clima que debe hacer e incluso la hora idónea de recogida. Posiblemente esto se debe a la concentración de principios activos, que suele fluctuar a lo largo de la jornada. Las semillas se recogen cuando los frutos están completamente maduros, a ser posible un poco antes de que éstos se abran por sí mismos. Las semillas son muy ricas en aceite y además contienen diversos glucósidos cardiotónicos. Las virtudes cardiacas del alhelí fueron descubiertas no hace mucho tiempo para otras patologías. Pero al ser una especie que tiene efectos directos sobre el corazón, hay que cuidarse mucho de utilizarla sin la prescripción de un facultativo. Este tipo de sustancias cardiotónicas -esto es, que tonifican el corazón- cuentan con el gran inconveniente de que para lograr efectos óptimos hay que ajustar muy bien la dosis, ya que se pasa de la dosis terapéutica a la dosis tóxica en cuestión de miligramos. Además, también hay que tener en cuenta la susceptibilidad de cada paciente: no existen 2 personas iguales y por ello cada cual necesita una dosis diferente. Hoy en día, todos estos estudios se realizan en hospitales, a cargo de personal muy especializado. Y no se suele utilizar una planta, sino que se extraen los productos que interesan y se investiga con ellos, de forma que así la dosis queda muy ajustada. .- Infusión. Empleando una pequeña cantidad de hojas previamente desecadas, se añaden a una taza de agua hirviendo; se bebe a pequeños sorbos, no más de dos tazas por día y con ello se logran excelentes efectos diuréticos. En la literatura botánica existen otras preparaciones de mayor o menor actividad, pero casi siempre se utiliza en cantidades muy pequeñas y mezclada con otras hierbas. No hay que olvidar que se trata de una planta muy activa y tóxica si se emplea mal. Tóxico. Cardiotónico. Antiinflamatorio. Alholva (Trigonella foenum-graecum) Es una planta forrajera, muy poco cultivada en Europa actualmente. Al parecer es originaria del sudoeste asiático - donde todavía se planta en grandes extensiones, al igual que en gran parte del norte de África. La alholva es una planta herbácea anual que no alcanza más de 50 cm. de altura. Posee unas flores blanquecinas y un fruto en forma de vaina que contiene entre 10 y 20 semillas. La planta entera despide un característico olor. Se cría en tierras de labor y lugares incultos de toda la Península y Baleares. La hierba florece en primavera. Su interés medicinal radica en las semillas, que no son fáciles de conseguir por tratarse de una planta escasa en nuestra Península. En cualquier caso, la semilla se recoge entre julio y agosto y se pone a secar, para guarEnciclopedia de Plantas Medicinales - 19 - darla posteriormente en bolsas herméticas y lejos de la humedad que podría estropearla. En las semillas encontramos abundantes mucílagos, glúcidos, lípidos, prótidos y numerosos compuestos fosfarados como lecitina y fitina. También es rica en determinados ácidos grasos: oleico, linoleico y palmítico. Contiene abundantes sales férricas, manganeso, vitaminas A y B y asimismo se han encontrado trazas de un aceite esencial. Como podemos comprobar, la alholva es una de las plantas más completas desde el punto de vista nutricional. De hecho, una de sus principales virtudes reside en ser un poderoso reconstituyente para rehacer organismos debilitados, ya que devuelve el apetito y aumenta los glóbulos rojos. Es una planta muy rica en proteínas de fácil asimilación, lo que favorece un rápido aumento de masa corporal en aquellas personas que sufren de decaimiento. Cuenta la leyenda que la alholva se utilizaba con frecuencia en algunos harenes para "aumentar" las curvas de las mujeres. Gracias a la acción de los mucílagos, posee un efecto laxante emoliente que resulta muy útil para casos de estreñimiento crónico. También se la achacan muchas otras virtudes, como la de ser un buen tónico digestivo, hipoglucemiante suave, antiinflamatorio, emoliente, demulcente y hepatoprotector. .- Decocción. Se hierve durante 15 minutos una cucharada grande de semillas de alholva en medio litro de agua. El preparado se debe beber por la mañana, en ayunas. Se recomienda tomarlo en semanas alternas. .- Polvo (bien el polvo libre, bien encapsulado). Para tomar a razón de una cucharadita (polvo libre) o 500 mg. (polvo encapsulado) 3 veces al día. .- Extracto fluido. Una cucharadita de café en ayunas o 10-20 gotas dos veces al día. La planta también se puede aplicar externamente en forma de compresas, lo que resulta muy útil para tratar panadizos y forúnculos. En farmacias la planta se encuentra en múltiples formas, desde las semillas enteras - empaquetadas en pequeñas bolsas- hasta cápsulas; la planta troceada, en tintura, etc. Pero en ningún caso hay que olvidar consultar con el médico o farmacéutico acerca de la dosis y forma de administración, pues ellos son los auténticos profesionales de la materia y los que pueden ayudarnos a obtener el mayor rendimiento posible de los remedios caseros, salvaguardándonos además de posibles efectos tóxicos. Laxante. Aperitivo. Antiinflamatorio |