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ESCUELA NORMAL SUPERIOR LA HACIENDACICLO COMPLEMENTARIO DIRECTIVOS Rector: Luis Germán Rivera López Coordinador: Mario de Jesús Rodas Duque 1. PROPÓSITO DEL CICLO COMPLEMENTARIO El propósito del ciclo complementario es la formación de un maestro autónomo, con criterios y valores, con una fuerte identidad con su territorio y con una gran capacidad para fomentar la investigación de nuevos paradigmas sociales, educativos y culturales. El ciclo complementario acreditará al maestro egresado para el ejercicio de la docencia en los niveles de preescolar y básica primaria. 2. JUSTIFICACIÓN El ciclo complementario tiene muchas razones que lo justifican. La primera razón es por que así lo determinó la ley, según el Decreto 2903 de 1994, por medio de la cual se adoptaron disposiciones para la reestructuración de las NORMALES. El espíritu de la ley, al ampliar en dos años el tiempo de formación de maestros y convocar a las universidades a trabajar con las NORMALES, debe interpretarse como una estrategia para cualificar los procesos de formación docente. Para el caso concreto de la ESCUELA NORMAL DE BARRANQUILLA así quedó establecido en el momento que se firmó con la UNIVERSIDAD DEL VALLE. 3. PERFIL ACADEMICO DEL ESTUDIANTE La aspiración de la comunidad académica de la ESCUELA NORMAL es la de crear todas las condiciones para que el estudiante del ciclo complementario pueda desarrollar capacidades y actitudes como:
4. MOLDE CONCEPTUAL 4.1 CONCEPCION DE LA EDUCACIÓN EN LA NORMAL SUPERIOR LA HACIENDA Se aclara que en la NORMAL SUPERIOR LA HACIENDA, interpretando las orientaciones de los documentos de política educativa de organismos nacionales e internacionales, intenta darle respuesta a tres aspectos que considera “claves” para la transformación educativa:1
Tres conceptos que se condensan el conjunto de cambios que son reconocidos en casi todos los ámbitos administrativos e intelectuales que se preocupan por lo educativo y lo pedagógico. (a) LA TRAVERSALIDAD: expresa la intención de abrir el espacio escolar a otras posibilidades discursivas, a otras perspectivas interrogativas y sobre todo a otros universos interpretativos. En este sentido las prácticas transdisciplinares, los saberes cotidianos, las relaciones informales, se valoran como aspectos positivos que podrían ayudar a dar cabida en la escuela a prácticas y conceptos que contribuyan a formar nuevas generaciones de colombianos que valoren la vida de semejantes y extraños, que estén interesados en contribuir a los cambios sociales y culturales,...etc.2 (Un etc., desarrollado ampliamente en la Misión de Ciencia y Tecnología, los Lineamientos Curriculares del Mineducación, entre otros). (b) LA PARTICIPACIÓN: El Mineducación lo enuncia con toda claridad: “para repensar la institución educativa y algunos conceptos fundamentales de la educación y para asumir los retos que nos plantean las políticas educativas actuales, se hace indispensable la creación de ambientes participativos que permitan construcciones colectivas en el ejercicio de la autonomía institucional” (c) EL CONTEXTO: la nueva educación no puede ser pensada sin asumir las realidades que pretende transformar. En ese sentido están orientadas las políticas educativas cuando señalan que cada Centro Educativo deberá definir sus contenidos de aprendizaje, sus estrategias pedagógicas, etc., de acuerdo a sus realidades de contexto (Decreto 1860/94). 4.2 CONCEPTO DE CÁTEDRA: LA TRAMA DEL APRENDIZAJE El concepto de cátedra en la NORMAL SUPERIOR LA HACIENDA es una adaptación del concepto institucional de la Universidad del Valle, Resolución 1.379 de Octubre/93, que establece este espacio / tiempo para la consolidación de la escuelas de pensamiento y como una manera de elevar la calidad académica. La NORMAL SUPERIOR LA HACIENDA retoma las cátedras como unidades para el desarrollo de actividades académicas que privilegian la investigación, la interdisciplinaridad y la promoción de variedad de actividades como Talleres, Laboratorios, Conversa torios, Seminarios, Pasantías, Tutorías, etc.
No se quiere pensar la formación de los jóvenes maestros, como prisioneros de esa práctica que supone que los conocimientos se pueden seleccionar, jerarquizar y administrar en dosis. Se quiere componer un espacio / tiempo en el que el ritmo y la melodía de su quehacer tengan como referencia principal UNA ESTRATEGIA GLOBAL DE LARGO PLAZO antes que una lógica previa y puntual definida por cualquier tipo de autoridad (providencial, política o administrativa). Las cátedras suponen todo lo contrario: que alrededor de unas grandes temáticas confluyen múltiples conocimientos, experiencias y perspectivas, reconociendo que los jóvenes poseen destrezas e intereses diversos para aproximarse a esas temáticas. A diferencia de un curso que propone el desarrollo en forma lineal y sobre todo teniendo de antemano una ruta, una información pertinente y unos horarios, la cátedra explora espacios, crea herramientas y abre horizontes que entusiasmen y apasionen para acercarse al objeto del conocimiento.
Hasta ahora se ha creído y aceptado que la mejor manera, quizá la única de enseñar / aprender, es especializar a un maestro para que dosifique la entrega / asimilación de los conocimientos y en ello centra gran parte de los esfuerzos las administraciones educativas. Hoy las nuevas concepciones del saber y de la Pedagogía ponen en duda tal estrategia. Las cátedras, en la NORMAL SUPERIOR LA HACIENDA, suponen que un grupo de docentes de diferentes disciplinas y sobre todo con diferencias experiencias y concepciones de vida, pueden, mucho mejor que uno solo, orientar el trabajo colectivo que se va a generar a partir de las temáticas acordadas. Por otra parte estas cátedras aceptan la necesidad de vincular otros actores en el escenario escolar: profesionales, personalidades de la vida cultural y científica, etc., así como abrirse a la posibilidad nada despreciable del aporte de los jóvenes estudiantes.
Un salón de clases desprovisto de antecedentes, es lo más parecido a una cárcel. Es un espacio cerrado, donde apareciera que el tiempo empezara y terminara con la campana y sólo tuviera como referencia su propia práctica y la del saber institucional que pretende enseñar. La cátedra no empieza ni termina en un salón de clases, lo asume como un momento cuya calidad depende de lo que haya sucedido antes y vaya a suceder después en relación con la complejidad de la vida de los actores que allí participan. De tal manera las cátedras en la, NORMAL SUPERIOR LA HACIENDA tienen implicaciones de organización del tiempo de “la clase”, ahora realizada y realizable en momentos planeados o no, organizados a partir de acuerdos previos y abiertos a la posibilidad de recaudaciones dependiendo del proceso mismo. En principio esto se expresará en jornadas completas de trabajo que permitan la concentración de los actores del proceso educativo en el trabajo acordado. 4.3 LOS PROYECTOS: URDIMBRE DEL APRENDIZAJE Queda claro que al interior de cada cátedra hay espacios y tiempos que facilitan el trabajo de integración de los equipos de profesores y estudiantes. Para dimensionar esta práctica entre las cátedras, es decir continuar con el tejido de la práctica educativa, se ha propuesto un mecanismo para que este propósito integrador se cumpla. El mecanismo es la estrategia de Proyectos. El compromiso es que podamos desde todas las cátedras diseñar proyectos y actividades que involucren una o más cátedras. Se prevé que en algún momento del desarrollo del ciclo podamos tener como resultado, un mapa de proyectos y actividades que conformen la urdimbre (conjunto de relaciones interactivas) del Programa de Formación. 4.4 LA INVESTIGACIÓN: RESOLVIENDO LA COTIDIANIDAD La investigación está presente en todos los momentos y actividades del Programa de formación. Está presente en la cátedra, con algunas formalidades, como por ejemplo, diseñar un proyecto pedagógico; y está presente como estrategia general para producir miradas frescas y creativas al mundo de los niños. Creemos que es mucho más formativo, incluso mucho más “inteligente” aprender resolviendo los problemas de la experiencia, desde la vida, en tanto preguntas legítimas que involucran a los actores del proceso educativo. De allí que en últimas el simulacro del acto educativo lo que estaría buscando es producir cotidianidades en tantos vivencias, en tanto realidades virtuales que se metan con los que allí participan, pues hasta el momento lo que han primado son respuestas para los cuales nadie tenía preguntas. Al fin y al cabo resultan siendo problemas vitales sólo aquellos que hacen parte de nuestra vida. Los demás son y serán sólo problemas secundarios. CICLO COMPLEMENTARIO CONVENIO |