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suelo y el Estado; el espacio vital; las conquistas y establecimiento de colonias, los factores geofísicos como el relieve; el clima, la red hidrográfica y las costas; las vías de comunicación. En el mismo sentido, los autores de los textos estudiados por Melcón centran su interés en la relación población-Estado desde el punto de vista político y económico, así como el énfasis puesto en la idea de frontera, sus clases y los tipos de Estados que se pueden encontrar de acuerdo a sus condiciones físicas. Por último, dentro de los contenidos que expresan esta forma de entender la Geografía se encontraba el estudio de las potencias mundiales, dando importancia a temas como las condiciones geofísicas, sus actividades económicas ycapitales, entre otros. Si bien la Geopolítica entró en declive en la década del cuarenta, para el caso español la autora advierte cierta continuidad en los textos escolares, debido a la permanencia de los planes de estudio y de la administración educativa hasta los primeros años de la década del cincuenta. Este análisis de los contenidos de los manuales, que se van relacionando con su contexto educativo, tendría como sentido que la Geopolítica como discurso escolar de la geografía servía a la concepción que de España quería transmitir el Franquismo, constituyéndose en lo que la autora llama la base ideológica del régimen, que se expresaba en la enseñanza de las Ciencias Sociales y que pretendía otorgar un lugar significativo al Estado y a los estamentos militares en la configuración de la España heroica y admirable, tanto en sus contornos físicos como en su historia. Al igual que con el texto de María Nieves Gómez intentaremos realizar unos breves comentarios sobre el artículo de Julia Melcón. En primer lugar, vemos que el texto de la autora de la Universidad de Madrid procura establecer la ligazón existente entre un conocimiento “erudito” o académico y los manuales escolares, no obstante, creemos que la manera como desarrolla el trabajo no puede entenderse este como un caso de transposición didáctica, en la medida en que no se da a la tarea de comparar sistemáticamente el paso del conocimiento erudito al conocimiento pedagógico. En lugar de ello, nos sugiere la necesidad de tener en cuenta aquellos elementos que corresponden al saber disciplinar con el fin de identificar las orientaciones ideológicas de los contenidos, tal y como realizó Melcón al relacionar la Geopolítica con el régimen político de Franco. En segunda instancia, consideramos importante la asociación y cruce entre los manuales y los programas de estudio, siendo estos un contexto inmediato que contribuye a la explicación de lo hallado en los contenidos. Y por último, aunque pone de presente la ligazón entre proyecto o régimen político y contenidos de los manuales, consideramos que la exposición se reduce al nivel descriptivo, dejando de lado otros niveles de análisis que quizá permitirían mayor fuerza en sus conclusiones. Aunque no se puede entender como un trabajo propiamente historiográfico y tampoco trate el problema de la nación como eje temático, el trabajo de Rafael Valls sobre la independencia de los países iberoamericanos en los manuales escolares de España puede ser incluido en este balance. De manera sintética este artículo se enmarca en un esfuerzo colectivo por analizar este acontecimiento histórico en los países andinos y en España, ad portas de la celebración del segundo centenario. Lo relevante de este trabajo de Valls Montes radica en que la masa documental empleada la conforman textos escolares recientes, que cubren la segunda mitad de la década del noventa e incluso los primeros años del nuevo milenio, de lo que se desprende que las conclusiones sobre los contenidos y en general sobre el tipo de narración histórica nos sirven como referentes no desdeñables para nuestro trabajo. Siguiendo un modelo de análisis previamente definido para todos los trabajos, que contemplaba tópicos como las causas, desarrollo, efectos de la independencia, así como el estudio de la iconografía y la orientación didáctica de los manuales, el autor concluye que los textos tuvieron una renovación positiva en cuanto a su materialidad se refiere, debido a la inclusión de más imágenes, de documentos primarios para el estudio del tema, así como de actividades innovadoras de evaluación. A nivel de contenidos, Valls si bien cita algunas referencias que denotan cierta presentación tradicional, focalizada hacia lo político, sugiere que en general los textos contemporáneos presentan el tema de tal forma que se que excluyen las descalificaciones o estereotipos rechazables desde la historiografía, habría pues una mirada basada en la tolerancia, la comprensión y la concordia. No obstante, no deja de señalar problemas como la aguda fragmentación de los contenidos y los efectos negativos para la comprensión del proceso histórico, situación que se explica por la diferente demanda por parte de los profesores quienes desde posiciones e intereses múltiples, determinan la producción de los textos escolares y con ello sus contenidos. Por otro lado, Latinoamérica presenta estudios significativos respecto a la nación en los manuales escolares. Dentro de los casos que vamos a abordar en este balance, se destacan los estudios de la Argentina, y en menor medida los trabajos de Ecuador. Si bien en países como México, Perú, Chile y Bolivia, por citar unos cuantos, también se realizan investigaciones con base en manuales escolares, estos no se refieren a la nación o aspectos relacionados con ella, o en su defecto los trabajos que conocemos de estos y otros países los hemos incluido en la categoría de informes de las organizaciones multilaterales, lo que no significa que no aporten elementos importantes para la investigación. De esta forma, la principal investigación sobre Argentina nació como producto final de un desenlace inesperado de un proyecto investigativo entre Chile y Argentina para estudiar la imagen que cada uno de los dos países tenía del otro, en el marco de políticas de integración económica y política. El objetivo inicial de esta empresa era la búsqueda de las visiones estereotipadas, agresivas o descalificadoras del vecino, fundadas en las sospechas recíprocas así como en la reducción de realidades complejas de cada país. Por otra parte, el trabajo inicial contemplaba una pequeña investigación de campo en colegios para conocer de qué modo los contenidos de los textos escolares se combinaban con experiencias y prácticas de directivos, docentes y alumnos. No obstante, esta investigación si bien se llevó a cabo no pudo ser publicada, que contó con la competencia de la Universidad de Buenos Aires, los Institutos de Historia de Argentina y Americana Ravignani y de Sociología Gino Germani y la Universidad de Chile. Finalmente, para 2004 los autores argentinos deciden la publicación de los trabajos sobre su país, reformulando el enfoque original descartando aspectos comparativos y especificando el caso argentino. Debido a los avatares de la investigación inicial y a los desarrollos de la búsqueda en los textos argentinos, los autores proponen como objetivo general estudiar la idea de la Argentina que se transmite a los escolares a través de los libros de texto. En este sentido, la investigación no comprenderá el estudio de otros mensajes paralelos y alternativos, dentro o fuera del ámbito escolar, puesto que para ellos los provenientes de los textos tienen suficiente densidad, coherencia y significación como para merecer una consideración específica. Es decir, el estudio no incluye la exploración de cómo el mensaje uniforme fue recibido, decodificado y resignificado, ante lo cual presumen la existencia de diferencias importantes según los periodos, los lugares geográficos y sociales. La delimitación del objeto de estudio implica que la idea de la Argentina es buscada sobretodo en los contenidos que constituyen convicciones comunes y arraigadas, lo que significa ahondar en aquellas imágenes no cuestionadas y naturalizadas que han llegado a convertirse en sentido común sobre la identidad nacional argentina. El trabajo no se preocupa por tratar aspectos biográficos de los autores como sujetos particulares, puesto que metodológicamente decidieron un abordaje de los textos como un bloque, en los que se pudieran identificar tendencias, señalando también las diferencias significativas entre estas. En cuanto tesis central los autores proponen que “…en los libros argentinos no existe una preocupación específica y negativa por Chile, que en ese plano nunca deja de ser un “país amigo. Encontramos que hay en algunos grupos sociales actitudes enemistosas hacia los chilenos, sobre todo en la frontera, pero ello parece obedecer a una reacción bastante habitual en estos casos, que de todos modos no ha calado tan hondo como para construir un estereotipo negativo….En cambio, constatamos que la imagen de la Argentina y de los argentinos era tan sólida, compacta y consistente que no requería construirse contra nadie en particular. La seguridad sobre su destino de grandeza era paralela a la sospecha sobre las fuerzas ocultas que impide su concreción. Esta sospecha enfocaba a otro genérico, circunstancialmente encarnado en uno u otro país. Se trataba, en suma, de la imagen de la Argentina y esta podía ser presentada sola, en su soberbia arrogancia y en su desmedida paranoia.” A manera de hipótesis, esta imagen presente en los textos de Historia, Geografía y Civismo sugieren es muy fuerte y resistente a los cambios, puede ser relacionada con las conductas, comportamientos y valores más generales de una sociedad escasamente plural y tolerante, que por lo menos en el plano de las manifestaciones, ha tenido grandes dificultades para establecer relaciones conviviales con sus vecinos y con otros países. El periodo de investigación cubre la segunda mitad del siglo XX, iniciando en la década del cuarenta luego de las reformas curriculares de aquel entonces, al tiempo que se hallaban asentados los criterios provenientes de las disciplinas en los textos escolares, para culminar hacia la década del noventa, tomando como referentes tanto los cambios políticos de 1983 (llegada de la democracia) como los de tipo educativo (reforma educativa iniciada en 1993). El texto presenta una estructura de seis capítulos (incluyendo conclusiones), donde en el primero nos presentan los fundamentos conceptuales del trabajo. El segundo capítulo analiza los textos escolares de Historia, se subraya la presencia dominante, tanto en programas como en los textos, de la tradición historiográfica de la Nueva Escuela Histórica, así como del llamado Revisionismo Histórico. Examinan igualmente la presencia de una imagen de la nación argentina de tipo esencial y su progresiva realización, encarnada en un territorio y un estado que le dan forma, así como existencia jurídica y política. El relato está estructurado a partir de los principales acontecimientos políticos (instalación de los españoles, creación del virreinato, independencia, conflictos en cuanto a la organización estatal, constitución de 1853) la mención de la obra de algunos gobiernos, así como alusiones sobre asuntos territoriales a través del tiempo (límites, relación con países vecinos). Los textos de Geografía son estudiados en el capítulo tres, en el que se señala la confluencia de las perspectivas regional y geopolítica de la Geografía en los manuales. Los contenidos se centran en el lugar del Estado y el territorio en la configuración de la nación, a lo que se le suman referencias a tópicos como la población y el clima, elementos que definirían la singularidad de la Argentina en el continente. Asimismo, el autor le dedica un apartado importante al problema limítrofe, enfatizando en la categoría de frontera. El cuarto capítulo está dedicado a los textos de Civismo, en los que coexisten la instrucción constitucional apoyada en las ciencias jurídicas y la propuesta de un modelo de nacionalidad y de hombre argentino apoyados en la historia, la geografía, el neotomismo y el nacionalismo. En el capítulo quinto los autores abordan de manera conjunta las transformaciones que se dan en los contenidos y en el proceso de producción de los textos de cada una de las materias, producto de los cambios sociopolíticos. Estas dos últimas décadas del estudio mostrarían que coexisten elementos esencialistas de la nación junto con nuevas propuestas que incorporan resultados de investigaciones sociales recientes, dando a los textos un carácter ambiguo. Finalmente, el texto cierra con una reflexión sobre el porvenir de los textos, al tiempo que indica cómo han de ser los nuevos manuales para una sociedad democrática, a partir de una idea de identidad y de nación más plural e incluyente. Como tesis centrales del texto se pueden destacar las siguientes: La orientación de una imagen de tipo nacionalista que se construía en oposición al otro, en este caso Chile, varía en el sentido en que tal imagen no proviene del contraste con el vecino sino la percepción del nosotros. De esta forma, la imagen del nosotros presente en los textos escolares se funda en tradiciones ideológicas diversas, entre las que se sobresalen el estatalismo y el militarismo, las cuales generan ideas tales como que la nación precede al Estado, y por ende se encuentran más allá del devenir temporal, en otras palabras la nación sería una esencia trascendente que se concreto en un Estado. En el mismo sentido, uno de los fundamentos de la nación estaría en el territorio, asumiendo la fuerza identitaria de la tierra al tiempo que constituye la comunidad política determinando las características de la sociedad y el Estado (relación posición-clima-raza) cuyo apoyo serían dos tradiciones académicas: La geopolítica y el regionalismo. En tercer lugar, la definición de una nación esencial y eterna desdibuja los conceptos de Estado y sociedad, ya que a esta última se le asocia con la idea de población ligándola a los criterios de raza con el corolario del predominio de la raza blanca, mientras que en otras ocasiones se le relaciona con la idea de pueblo, entendido como una unidad romántica carente de conflictos, muy asociada a la concepción católica. Por su parte, el Estado con gran relevancia para la Historia y la Geografía, es considerado como una expresión natural de la nación, llegando incluso a personalizársele en ciertas conductas. Una cuarta tesis planteada por los autores alude a que el mundo se construye por las naciones y los Estados en relación a un otro, que en el caso del texto, tenía que ver con los países vecinos entendidos como amenaza limítrofe o contrincante o un enemigo interno, en este caso, la amenaza subversiva, a partir de lo cual se fundamenta la existencia de la nación, aunque se presente como eterna. Así la Historia ejemplifica, la Geografía apoya los derechos internacionales y el Civismo prescribe el deber ser argentino. Esta imagen de la Argentina se complementaba con la alusión a los elementos que se han considerado claves en la conformación de cualquier nación: la lengua, la religión, la raza, el territorio y la historia. Sin embargo, estos elementos fueron incorporados de manera particular: la unicidad de la lengua no fue muy enfatizada, a excepción de la ola migratoria; la religión sólo se opuso como elemento fundante a la amenaza comunista (al hablar de la nación católica) mientras que la raza sí se esgrimió como un elemento clave, sobre todo por la Geografía que hablaba de la superioridad del hombre blanco y sus condiciones geofísicas (posición del país, clima templado), idea que se explotó en cuanto se percibían como amenazas las migraciones externas y la presencia de los indígenas a la proclamada unidad racial. Esta prelación de la Geografía como discurso fundante de la nacionalidad, hacía necesario argumentar también históricamente la posesión del territorio como argentino, siendo la historia el relato de la revelación de la argentinidad en su suelo, una narración de un pasado glorioso –aunque amenazado- que prometía un futuro similar: territorio óptimo, población unida y grande, buen Estado y buenas leyes, imagen justificada histórica y geográficamente. Esta representación de la nación también se construyó en relación a una imagen del otro, o más exactamente frente a varios otros que confirmaban la imagen propia. Así, España y el hispanismo se incorporó como ingrediente clave de la nacionalidad a partir de la figura de la Madre Patria a la que se le deben ciertos rasgos. Por el contrario, los indígenas, los comunistas las naciones vecinas como Brasil o incluso la Gran Bretaña se presentaban como los enemigos por excelencia, a partir del concepto de frontera que se fue deslizando de lo racial hacia lo geográfico y lo ideológico, en defensa de una idea de la democracia como estilo de vida. Esta tendencia es la que se marca desde mitad de siglo hasta la década del ochenta, momento desde el que se iniciaron algunas modificaciones, impulsados por los cambios curriculares y socio-políticos, lo que no se puede entender como una renovación total de la imagen de la Argentina, pues en la base de muchos textos todavía se encuentran tópicos de las décadas anteriores. Al igual que con otros trabajos, acometeremos algunos comentarios que nos permitirán recoger algunos elementos para incluirlos en nuestro ejercicio, así como para tomar distancia en lo que haya lugar. En cuanto a las fuentes empleadas, los autores seleccionaron 82 manuales escogidos a partir de la proporción de acuerdo a las décadas que cubría la investigación, las principales editoriales, así como el equilibrio en el espectro ideológico, aunque tal cantidad no agotaba las existencias de textos para el periodo de estudio. Conceptualmente aunque cada capítulo provee de ciertas categorías, el trabajo no es muy exhaustivo en conceptos como el de nación o manuales escolares, o en el caso del concepto de sentido común, que vertebra el estudio no se pasa de una breve alusión a un trabajo de Max Scheler, dejando un vacío que se zanja de alguna forma con el trabajo con los textos. Sin embargo, como es una obra colectiva, la claridad conceptual varía, de allí que por ejemplo el concepto de geopolítica es bien abordado, mientras que el debate sobre la nación es una carencia de todos los capítulos. Otro vacío que deja el texto es la tenue exploración que hacen del contexto educativo, en cuanto a los marcos jurídicos en que se movieron los textos, más no así con la relación que establecieron con las tradiciones disciplinares de las que bebieron los textos así como con el contexto sociohistórico a partir de los cuales se explicaban las imágenes de la nación. No obstante estos comentarios generales, es necesario señalar que en cada uno de los trabajos que componen el texto, se exploran caminos diferentes para abordar los textos escolares. Muestra de ello es la diferencia entre el trabajo sobre los textos de Historia que buscaba mirar la creación de sentido común con base en el relato de los acontecimientos históricos (los hechos claves configuradores del relato del pasado nacional), mientras que el trabajo sobre los textos de Geografía enfatiza más en el ejercicio de transposición didáctica del saber geográfico en los manuales, y el trabajo sobre los textos de Civismo combina los dos enfoques anteriores. Particularmente, nosotros procuraremos tomar como referente el enfoque del trabajo sobre los manuales de Historia, en la medida en que los textos de Ciencias Sociales se centran en el relato histórico, aunque involucran elementos de las otras disciplinas. Antes de mencionar algunos de los trabajos parciales publicados en forma de artículos en el marco del proyecto MANES, hablaremos sobre un libro de un autor que lidera un gran trabajo en la Argentina con base en los manuales escolares, desde un enfoque particular, a saber: la historia social de la enseñanza de la lectura y la escritura. Héctor Rubén Cucuzza, director del proyecto HISTELEA, se ha interesado en la construcción/invención de la nación a partir del estudio del sistema educativo, y específicamente de los libros escolares y de las prácticas de la lectura escolar. Resultado de este trabajo tenemos el texto |