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Con todo, la Arquitectura Moderna no hace su aparición en Cali en forma contundente y hegemónica. Ella va surgiendo a lo largo de los años 40, en el centro histórico o en los barrios residenciales de la burguesía, entremezclada con edificaciones diseñadas según el repertorio formal Art Decó, ó el del llamado Estilo Californiano. En los primeros años, se ignora el contenido cultural del Movimiento Moderno. Como ya había ocurrido con el eclecticismo arquitectónico de los años 20, modernizar es solamente un problema de formas y por lo tanto el aspecto espacial carece de importancia. El ejercicio profesional es realizado por menos de una docena de arquitectos, quienes deben competir además con ingenieros civiles por el diseño y construcción de las edificaciones. Como la profesión de ingeniero es casi medio siglo más antigua que la de arquitecto, los clientes tienden a confundir al segundo con el primero, y por lo tanto, quien lleva las de triunfar en esta competencia es el ingeniero. Ante la imperiosa necesidad de triunfar en esta competencia, un grupo de arquitectos caleños, egresados de la Universidad Nacional, deciden fundar en 1947, una facultad de arquitectura dentro de la Universidad del Valle, recientemente fundada en 1945, con el propósito de impulsar el desarrollo industrial de la región. Para su efecto, adoptan como plan de estudios el vigente en la Universidad Nacional de Bogotá, el cual es una mezcla de los contenidos del Movimiento Moderno (Bauhaus) vía EEUU., como propias reinterpretaciones locales. Unos arquitectos del mismo grupo fundan también la seccional local de la Sociedad Colombiana de Arquitectos. Podría deducirse que la creación de estas dos entidades que cobijan la actividad académica y la gremial, estaban cimentando las bases necesarias para la formación de un campo cultural que impusiera definitivamente las bondades del diseño arquitectónico moderno. Ello nunca ocurrió por varias causas, entre las cuales podemos enumerar las siguientes: lº.- Como se mencionara antes, el surgimiento de la industria (incluyendo la construcción), como enclave monopólico dentro de una economía arcaica, impidió la formación de una élite empresarial que comprendiera claramente la importancia de la investigación y del diseño como herramientas básicas para obtener eficacia y calidad industrial; herramientas ya plenamente comprobadas en Europa como esenciales. Tampoco se estableció una relación nutriente entre tecnología y diseño, y entre cultura regional y diseño, pues como se dijo antes, el diseño se hacía en las plantas industriales matrices y no en Cali. 2º.- La modernización caleña no se caracterizó entonces como un proceso donde la creatividad fuese la actividad principal. Si en el mundo industrial caleño se operaban máquinas o se ensamblaban componentes, ambos diseñados por fuera, en el mundo del arte y de la arquitectura, el diseño no surgía del estudio de los problemas espaciales que vivía la sociedad, sino del estudio en libros y revistas, de las soluciones espaciales europeas o norteamericanas. De esta manera, la solución precedió al estudio del problema; lo espacial cedió su importancia a formas bidimensionales, y éstas fetichizadas, desdibujaron los significados y significantes locales surgidos de una larga y acumulada experiencia de diseño premoderno. 3º.- El eclecticismo clásico europeo había aparecido en Cali unos 15 años antes que la Arquitectura Moderna, y a su vez, ésta había precedido la fundación de la facultad de arquitectura en sólo 10 años; dentro de una historia tan corta, lo moderno era novedoso, sin duda alguna, pero su fuerza era la veleidad y no el ejercicio creativo o la tradición. Sin embargo, en tan corto tiempo, el arquitecto se iba identificando con su región 4º.- La formación cultural del arquitecto se caracterizó por el eurocentrismo. En la facultad de arquitectura de la Universidad del Valle, la teoría se reducía al estudio de los postulados del Movimiento Moderno, y la historia al estudio de la arquitectura y el arte, producidos desde hace varios miles de años atrás en el mundo del Mediterráneo, y desde el siglo XIX en el mundo euronorteamericano antiguo y moderno (a excepción de la arquitectura brasilera de los años 40 y 50), lo nacional y lo regional eran radicalmente ignorados. De esta manera, la subvaloración de lo propio se acentuaba, concentrándose todo el interés en el Norte. 5º.-El escaso valor social del diseño y sus desajustes con la realidad, derivaron bien pronto en una notoria devaluación comercial del mismo. Ello produjo tanto el debilitamiento de las exitosas formas que dominaron la historia de estos primeros años de implantación de la Arquitectura Moderna, como el afianzamiento del ingeniero y del arquitecto constructor; igualmente ello debilitó el pensar y en cambio consolidó el hacer (que en realidad era reproducir lo ya pensado en el mundo industrial euronorteamericano). Tan curiosa ponderación del hacer sobre el pensar, fue produciendo un creciente distanciamiento entre lo académico y lo gremial. |