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LOS ESCRITOS ALQUIMICOS DE EDWARD KELLY “LOS ESCRITOS ALQUIMICOS DE EDWARD KELLY " ![]() PREFACIO Autor: Edward Kelly Traducción: Phillipe Pissier Derechos reservados: © Editions Ramuel, 1995 ISBN 2-910401-21-9 ![]() “Esta edición es la traducción francesa del "Alchemical Writings of Edward Kelly", publicados en 1893 en Londres por James Elliott y Co. El texto fue traducido por una edición aparecida a Hamburgo en 1676, y había sido aumentado un prefacio biográfico debido a A.E.Waite. " ![]() I - PREFACIO BIOGRÁFICO II - EL LIBRO DE SAN DUNSTAN LA OBRA DE SIR EDWARD KELLY SIR ED. KELLEY - RESPECTO A LA PIEDRA FILOSOFAL SAN DUNSTAN: PIEDRA DE LOS FILÓSOFOS III - LOS ROSACRUCES Y EL DOCTOR DEE NOTAS ![]() LOS ESCRITOS ALQUIMICOS DE EDWARD KELLY DOS TRATADOS EXCELENTES SOBRE LA PIEDRA DE LOS FILÓSOFOS Así como EL TEATRO DE LA ASTRONOMÍA TERRESTRE *** Con figuras emblemáticas *** Publicado actualmente por primera vez En provecho del Hijo de Hermes Por J.L.M.C. (Al saber a Jean Lilly y Meric Casaubon) *** I PREFACIO BIOGRÁFICO “Me atrevo a esperar, " afirma el objeto de este prefacio, en su tratado titulado Por Lapide Philosophorum, " que mi vida y mi persona bastante se volverán conocidas por la posteridad para que sea contado entre los que sufrieron mucho por amor de la verdad. " La justificación modestamente deseada por Edward Kelly no le fue concedida por el Tribunal Supremo cerca del cual acudió. La posteridad continúa percibiéndolo así como lo percibían sus contemporáneos, como un notario fraudulento que justamente fue amputado de sus orejas; así como un impostor sórdido que engañó de la credulidad inmensa del erudito el Doctor Dee, e implicó más tarde a su víctima en transacciones que deshonraron sin interrupción un gran nombre bajo otros informes; y por fin como un prometido transmutación de metales que fue tratado sólo con demasiada clemencia por el emperador al que engañó. Por ejemplo, el astrólogo descrito por Hudibras leyó “Los prefacios de Dee antes El Diablo, y Euclides en todos los sentidos, Y todas estas intrigas entre él y Kelly, Que Lexas y el Emperador le podrían contar. " Es falso por lo menos en cuanto al Doctor Dee, y esta falsedad puede ser comprobada. Es el veredicto de la posteridad en la medida en que se interesó por este sujeto; es el veredicto de los diccionarios biográficos que se copian escrupulosamente unos otros, según el procedimiento fácil empleado por estos diccionarios biográficos tan pronto como tratan a magos y a profetas, a alquimistas y otros profesores de medicinas secretas, y por regla general todos los oráculos de comarcas limítrofes; y tan pronto como la ignorante opinión pública se interesa por el sujeto se encuentra guiada por la tontería erudita de los diccionarios. Hoy, presentándole por primera vez al lector inglés tres muy curioso tratados que constituyen los principales restos literarios de Edward Kelly, no es necesario, porque sería entonces sin ningún motivo, de suscribir a una defensa ciega del alquimista que los redactó. Para el aficionado de curiosidades científicas y de cosas inauditas (NDT. En francés en el texto) en literatura, el interés que se relaciona con eso no será alterado por las mascaradas o los crímenes del autor. Para el que estudia las antigüedades Herméticas, se volverá evidente, y posiblemente ya lo sabe, que el valor del dúo tractacus y su complemento no reside en el hecho sean la obra de un adepto pero en el siguiente: contienen cuidadoso abreviado y legible de filósofos alquimistas, sin embargo a los que el interés presentado por el hombre mismo aprecia su posesión temporal de ambas tinturas de la filosofía alquimica, y no en su capacidad de componerlos. Al mismo tiempo, las aventuras y los encarcelamientos de Kelly, con sus pasos de la peor de las pobrezas a una riqueza súbita, fugitivo proscribe y buscado haciéndose barón o mariscal de Bohemia, luego zozobrando de nuevo en la desgracia y el encarcelamiento, todo esto que se termina por una muerte violenta, sin hablar de visiones y transmutaciones, constituyen la trama de un relato sorprendente, dibujan los contornos vastos de una vida solamente posible para los decimoséptimos y decimoctavos siglos. Además, en este caso como en muchos otros, el estudiante de la historia trascendental apenas necesitará ser advertido que el "vidente" del Doctor Dee y descubridor del " Libro pretendido de San Dunstan " fue abonado en cuenta numerosas iniquidades que no parece haber cometido. Si es posible poner provisionalmente entre paréntesis el solo interés que presentan estos restos de Edward Kelly con los ojos del anticuario, y de dar prueba de una atención preferente hacia este punto de vista desde el cual el estudiante en Hermetismo propondrá considerarles, nos parece razonable de afirmar que la importancia de esta vida de alquimista es concentrada por completo en su posesión de los polvos transmutatorios y en el modo en el que es supuesto haberles adquirido. Otros episodios de su existencia pueden ser tratados con una brevedad relativa. Edward Kelly parece haber nacido en Worcester, y según Anthony en Wood (1), el acontecimiento se habría producido a las cuatro de la tarde el primer día de agosto de 1555. Era el tercer año de reinado de reina Maria. Fue educado en su ciudad natal hasta la edad de diecisiete años, la edad a la cual habría ido a Oxford. Los registros de esta Universidad no mencionan a ningún Edward Kelly que hace allí su aparición al período en cuestión, y pensamos que su nombre verdadero era Talbot. Tres personas que llevaban este nombre fueron admitidas en Gloucester Hall en la época que nos interesa. Posiblemente los archivos de la Universidad correctamente no han sido buscadas, y, en caso contrario, la prueba de su estancia en Oxford es de una naturaleza (2) muy delgada. Si, además de la dificultad ya mencionada, no hay otras razones para suponer que hubiera cambiado de nombre, y ninguna otra parece ofrecérsenos, posiblemente es más sabio en refutar su carrera universitaria que en admitir la teoría de alias. Si estuvo en Oxford, fue sólo brevemente, y es considerado haberlo dejado brutalmente. Otros relatos afirman que fue titulado como boticario y que de este modo adquirió algunas habilidades en química. Probablemente fue más la profesión de su padre, el cual debió abastecerle algunos conocimientos durante su infancia. En el término de sus estudios escolares, esté en Oxford o en otro lugar, parece haber abrazado el derecho, y haberse fijado como residencia Londres o, según otra fuente, a Lancaster, pero posiblemente bien en ambos lugares. Es ciertamente en la última que sus aburrimientos comenzaron. Era un hombre hábil para escribir, quien se había tomado la molestia de familiarizarse con inglés arcaico y, proviniendo de Worcester, sin duda con el galés. De hecho, lo acusamos de emplear estos talentos para crear documentos falsos en interés de un cliente. La acusación es muy vaga y no reposa en nada que se pueda cualificar de prueba. Afirmamos no obstante, de manera también incierta, que le fue puesto en la cárcel en Lancaster, y también privado de sus orejas. Está seguro que tuvo aburrimientos graves porque hasta el fin de su vida tuvo siempre más o menos miedo de la justicia inglesa, y parece haber preferido algunas veces una prisión extraña para la acogida incierta que podía contemplar de vuelta en su patria. Porque esta pena que le asignan todos sus biógrafos, que fue o no justificada por sus malas acciones, parece razonable de pensar que de una manera o de otra fue eludida. La posición eminente que ocupó posteriormente en la Corte del Emperador Rodolfo apenas habría sido accesible a un hombre que habría perdido sus orejas. La credulidad de las personas reales a finales del decimoséptimo siglo ciertamente facilitó muchas imposturas por parte de los alquimistas a los que protegían, pero no hasta el punto de aceptar la iluminación filosófica de un adepto condenado por la ley. La otra versión parece pues preferible, y según éste Kelly encontró refugio en el País de Gales. Allí, es excesivamente probable que tomó un seudónimo, pero que Talbot se hizo Kelly o que Kelly se fusionó por un tiempo con Talbot, o algún otro nombre, es un misterio alquímico que el pasado guardará en su pecho. En el País de Gales, parece haber abrazado una vida nómada, permaneciendo en tabernas oscuras, y después de uno tiempo, debió ganar poco a poco los alrededores de la abadía histórica de Glastonbury (3). Que pasó con él allá de hecho había destinado a hacerse el punto crítico de la vida de este fugitivo, y abundantemente fue contado por sus biógrafos: si en el texto presente nos basamos en el relato del literato (NDT. En francés en el texto) el científico francés Luís Figuier, esto no es para que su exposición sea especialmente preferible sino porque están los más disponibles actualmente (4). Permanecerá, en lugares del tierra alta, en una posada aislada en la montaña, y allí ocurrió eso él un manuscrito antiguo le fue mostrado que nadie en el pueblo no podía descifrar. Kelly tuvo bien, si no es triste razón familiarizada de los misterios de la antigua escritura (5), y vieron continuación que no sólo al texto estaba escrita en viejo galés (6) sino que también de alguien que trató de la transmutación de metales. Hizo investigación referente a la historia de esta escasez bibliográfica y se enteró de que su descubrimiento estaba relacionado con el que está de estos accesos más bien actuales de fanatismo religioso bajo el reinado de la Reina Elizabeth. El sepulcro de un obispo sepultado en una iglesia vecina no había sido invadido, el celo de un protestante no siendo incompatible con el deseo para exhumar tesoros escondidos. De todas maneras, el sacrilegio del acto fue premiado por el escrito del alquimista que no podía leer a los saqueadores, como por dos cajas pequeñas de marfil respectivamente conteniendo un polvo rojo y un polvo blanco, ambos también inútiles en sus miradas. En su cólera, rompieron el receptáculo del polvo rojo y una buena parte del contenido se perdió. Lo que quedó acerca de eso, así como también la segunda caja y el documento ya descubierto, se lo trajeron al dueño que parece fue bastante malicioso para cambiarlos por ellos a cambio de una botella de vino. El escrito fue conservado como una curiosidad en exhibir la curiosidad que hace visitantes en la posada; la caja intacta fue utilizada como juguete por los niños del dueño; El resto del polvo de rojo maravilloso parece haber sido conservado en su receptáculo quebrado; Y ocurrió, en el tiempo apropiado, eso en su aptitud como el extranjero Kelly examinó la totalidad del tesoro. Kelly había empezado como boticario, indudablemente tuvo que algunos conceptos de química (7), y no hubo en el tiempo, relativamente acerca de Alquimia, pocas personas nunca habrían tenido la intención de habla acerca de tintes rojo y blanco, instrumentos del Opus Magnum. Podría una cierta cantidad suficientemente deseada para tenerlas, y le podría una Guinea entera al dueño que aceptó. Tal es el relato del descubrimiento, despojado por algunas traducciones debidas la finura francesa. Ahora, Nash (8), responsable de la historia de la cárcel, no abastece ninguna fecha relativa a la mutilación pretendida de Edward Kelly, sino podemos pensar que si se efectuó, esto fue hacia 1580. Si la antedicha mutilación es verificada, la misma fecha nos servirá de punto de partida para los vagabundeos en el País de Gales. Después de que hubiera puesto en seguridad los tesoros Herméticos, no sabemos demasiado lo que hace durante un tiempo; cuando reaparece es en compañía del Doctor John Dee. Figuier, adornando siempre sobre los bosquejos de biógrafos incapaces y privados de imaginación, nos narra cómo, incapaz de usar de sus tesoros debido a su ignorancia pretendida de la química, recurre a su viejo amigo Dee, le escribe a este sujeto, recibe una respuesta favorable y se pone en camino inmediatamente para Londres. Que escribió o no, estuvo manifiestamente instalado allí en otoño de 1582. Difícil de decir si se trataba o no de un primer encuentro. Lenglet de Fresnoy, que era realmente atento en la colecta de sus datos, declara que Kelly verdaderamente era un notario londinense y que Dee era su viejo amigo y vecino (9). Es supuesto que se miran a laborar de conjunto y en diciembre 1579 es dicho que en el laboratorio de un orfebre cumplieron una transmutación metálica que probaba que la riqueza de la tintura de Kelly era única entre doscientas veces setenta y dos mil y dos cien treinta otros; pero es especificado "que perdieron mucho oro durante sus experimentaciones antes de medir la alcance de su poder." Si se acepta esta fecha, Kelly tenía entonces veinticuatro años, y su compañero era su hijo mayor de cerca de treinta años. Pero las fechas no son fáciles recortar en aquella época, y los diarios del Dr. Dee no hace mención del sujeto antes de que no fluyan varios años (10). No hay por supuesto ninguna razón para dudar que experimentaron bastante rápidamente con polvo, y como el bona fides del Dr. Dee no puede seriamente ser puesta en tela de juicio a la vista los informes ulteriores, debe haber considerado los resultados como siendo satisfactorios; es de más evidente, a la luz de su propio memorando, concebido por su uso personal y no previsto para ser publicado, que no sólo estuvo convencido de la autenticidad de las transmutaciones de Kelly pero aunque tenía en alta estima el talento Alquimista de su compañero, y parece siempre haber recibido sus cartas sobre el sujeto con gratitud y veneración (11). Pero también resulta que a la vez en Inglaterra durante período correspondiente y más tarde en el extranjero, Al Dr. Dee le habían interesado mucho más profundamente y duraderamente los misterios de las visiones en el cristal que en la realización de la magnum opus metálico. Sus alusiones a la Alquimia son rarísimas, pero en cambio sus comunicaciones con los ángeles y espíritus planetarios, inteligencias invisibles de toda clase y de todo rango, por él habían consignado con la más escrupulosa y más exhaustiva fidelidad. Posteriormente fueron descifradas, ordenadas y publicadas en un grueso folio; y constituyen por otra parte hoy día no sólo la más prolífica fuente de informaciones en cuanto a la relación Dee-Kelly, sino que también - a pesar de nuestras maravillas modernas - el más curioso informe que existe en lengua inglesa de un pretendido comercio con mundo de los espíritus. Y, cualesquiera que sean las aserciones contrarias de los biógrafos la sensación como Luís Figuier, añadiendo para causar gran efecto, esto no es en suma como alquimista sino como vidente en el cristal que Edward Kelly se presentó al doctor de Mortlake. Es así en la calidad que influyó ante todo sobre su compañero. Es indiferente para los fines de este prefacio que, recordémoslo, no es considerada hacer la apología de su sujeto, de estatuir sobre la autenticidad o no visiones de Edward Kelly. En el estado presente de nuestro conocimiento de la psicología, imperfecto como todavía le es, es de una parte demasiado tarde para negar para que un estado de lucidez pueda frecuentemente ser inducido por la intervención de cristales y otros cuerpos parsimoniosamente transparentes; Mientras que son evidentes el otro, según la misma historia de nuestro sujeto, que más allá del solo hecho y posibilidades que se puede razonablemente conectar otra vez a eso, nada verdaderamente importante jamás resultó de experimentos iguales. Edward Kelly puede haber perdido sus orejas por falsificación, o haber merecido que se las cortaran, y haber sido sin embargo un clarividente auténtico, porque la facultad no presupone de ninguna manera una moralidad superior o hasta pasadera en casa de su poseedor. Puede haber sido inocente de muy diferentes prácticas ilegales, y sin embargo vergonzosamente haber abusado de su amigo. Es un solo hecho de importancia para este prefacio: Edward Kelly, aparentemente sin que esto sea debido a sus méritos, se declaró comprador de ambas tinturas de la filosofía Hermética. Culpable o mártir, vidente o conjurador fraudulento, bribón o santo, esto importa poco en comparación. Puede de haber explicado más las tinturas en su posesión por una ficción novelesca, pero esto es en sí desprovisto de importancia. Al mismo tiempo, en cuanto a sus visiones, hay que reconocer que era un clarividente de alto nivel, o entonces un hombre que tenía el genio de la mentira (12). Entre el período de la salida presumida de Oxford y el término de su treinta y cinco años, fue acusado de tantos crímenes, ninguno que no ha podido ser cometido sin un aprendizaje considerable, que, suponiendo una aptitud extraordinaria para hacer mal, es bastante difícil a pesar de todo de creer que hubiera podido hacerlo tanto lo tan poco tiempo. La lista incluye la nigromancia, el comercio con diablo, la falsificación (ya citada), y la emisión de moneda falsa (13). El 21 de septiembre de 1583, Edward Kelly y su protector dejaron Inglaterra para el continente. Razones diversas han sido adelantadas en para este desplazamiento, por ejemplo como el hecho que Kelly vivía en un miedo continuo de su libertad y hasta su vida; que no podían perseguir sus experimentos alquímicos en las mejores condiciones quedándose en su propio país; que operaciones iguales eran limpias ataviarlos con un reputación infame y hacerlos pasibles del furor supersticioso del populacho; que el Doctor Dee, en particular, había sido decepcionado en su espera de una promoción razonablemente esperada. Todas estas causas pueden haber contribuido devolviendo su salida deseable como puede que no hubieran sido influidos por ninguno de aquellas. Dee gozaba de favores considerables por parte de la Corte, particularmente personas reales, y no tiene razón allí apenas de suponer que hubiera emprendido su viaje para buscar una dignidad, o que contemplaba una ausencia duradera, el hecho que era que dejó su biblioteca detrás de él, en su casa de campo de Mortlake. Su mujer y su niño lo acompañaban, por otra parte como la familia de Kelly, el cual parece haberse casado bien - sin que se sepa a cual fecha. Esta tropa digna de atención fue completada por Lord Albert Alasko, polaco noble que había buscado y finalmente contratado relaciones de intimidad con Doctor Dee durante una estancia prolongada en Inglaterra (14). El que fue o no interesado en los experimentos alquímicos ambos cómplices no vuelve a salir del testimonio, aunque esto pueda ser razonablemente supuesto. En cambio, como Dee mismo, profundamente fue impresionado por las revelaciones espirituales que provenían del cristal, y los procesos verbales nos lo presentan como un participante regular y activo a las sesiones de clarividencia. El viaje en su totalidad parece haber sido emprendido a petición de Lord Albert Alasko, que los había invitado a visitarle en su castillo de los alrededores de Cracovia. Los biógrafos hostiles como Luís Figuier la describieron por consiguiente como la engañada de ambos cómplices, a los que pillaron sin vergüenza, cansando la amabilidad de su huésped hasta que se desembarace de ellos, no sin grandes dificultades, su víctima que no los puedan tolerar más tiempo, siendo prácticamente arruinado por su rapacidad. No existe una sombra de una prueba de todo esto. Está seguro que no alcanzaron Cracovia antes del 13 de marzo de 1584. Apenas habían llegado al norte de Alemania que el Doctor Dee le fue informado sobre la destrucción de su biblioteca a Mortlake por una jauría de locos furiosos, los cuales sacaron provecho de la ausencia del mago para vengarse sobre sus efectos personales. La embargada de sus rentas y de sus bienes parece haber seguido poco de este acto de vandalismo. Así como ya lo vimos, hay un vacío en "Private Diary" en este período, y este hueco sólo insuficientemente ha sido colmado por True and Faithful Relation, consagrado a las visiones en el cristal. Las circunstancias en las cuales dejaron polaco noble no son mencionadas, sino la fecha de su salida es fijada por "Faithful Relation" sobre el primer día de agosto de 1584, nuevo estilo. Nos parece evidente que, totalmente como el Doctor Dee, experimentó con la violencia irrazonable inherente al temperamento de Kelly; pero no existe ninguna prueba que se separaron en malos términos. Las visiones y las revelaciones en el cristal se prosiguieron durante el viaje como en Mortlake, con las más grandes regularidad y persistencia, que se deriven del fantástico mediumnidad del vidente o de la diversidad de sus recursos imaginativos, pero pronto fueron destinadas a ser manchadas por abyecto proceso verbal. Está seguro por otra parte que durante este período los experimentos alquímicos que se supuso ser el fin de su viaje no parecen haber sido perseguidas. También sostenemos como, a pesar de Donum Dei, ambas familias debieron algunas veces hacer frente a una gran pobreza. Fueron por fin a Praga, y llegaron allá siete días después su salida de Cracovia. Allí, ellos todos hablaban de Alquimia, muchos lo practicaban, la mitad de la población daba crédito a las maravillas a el que se remite eso, y los procedimientos supuestos eran superiores en número a los adeptos mismos. Inevitablemente, el poseedor del polvo del Obispo, obtenido en el momento de los registros en el País de Gales, tenía la intención de brillar en esta ciudad plena de hierofantes, y Edward Kelly vino entre ellos como Elías Artista predice años antes por Paracelso, y siempre esperado por sus discípulos. En muy poco tiempo, totalmente Praga estaba en presa al encantamiento, porque el adepto Kelly efectuaba transmutaciones por todas partes, como por ejemplo en la morada de Thaddaeus de Hazek, el médico imperial, hasta yendo hasta iniciar a discípulos como Nicholas Barnaud y el Mariscal de Rosenberg el procedimiento, si esto no es al secreto mismo. Las numerosas autoridades, incluyendo al famoso Gassendi, han sido citadas con el apoyo de estas transmutaciones pródigas, sino ciertas de ellas se entregan a un comentario incierto o permanecen totalmente silenciosas (15). Sea lo que sea, el conjunto de la tropa se volvió repentinamente y excesivamente opulento, de una gran prodigalidad y dotar de séquitos magníficos. Fueron invitados a la Corte del Emperador Rodolfo II, Rey de Hungría y de Bohemia, y fueron allá, Kelly que esperaba deslumbrar al potentado por sus transmutaciones y ser hecho mariscal en consecuencia. El Doctor Dee, que no conocía nada a la Alquimia, quedó en un silencio relativo mientras que su compañero multiplicaba sus gastos locos y los enemigos de su éxito brusco. El filósofo y el alquimista no pudieron pronto más soportarse y una rotura nítida debía producirse, rotura cuya explicación debe ser buscada en las costumbres corrompidas del joven hombre. En abril de 1587, mientras que se encontraban a Trobona, una mujer desnuda, cuya aparición fue descrita por Kelly, le ordenó al "vidente" y a su maestro gozar " de sus dos mujeres en común”. Kelly persuadió a Dee del bona fides del espíritu y, después de alguna vacilación, un contrato solemne fue redactado, conforme a la intimación, entre el Doctor Dee, Kelly, Jane Dee, y Joan Kelly, " como lo demuestra la tercera parte de 'Faithful Relation. " En el ínterin, el polvo, disminuyendo a fuerza de proyección excesiva, se agotó, dilapidado más todavía por los esfuerzos vanos para aumentarlo; y cuando el Emperador le ordenó a su invitado producirla en cantidad conveniente, todas las experiencias fallaron. Hasta aquí, Kelly se había jactado de ser un adepto; había hecho alarde por todas partes de sus poderes; no era el legatario simple de Piedra - era un maestro competente y iluminado. El Emperador creía a todo esto, y hasta creyó en eso hasta el fin; la impotencia del alquimista agotado fue tomada por la terquedad, y el invitado se hizo un preso. Decimos que fue encerrado en una cárcel del castillo de Zobeslau. Con el fin de recobrar su libertad, prometió fabricar Piedra, poder regresar en Praga y consultar allí al Dr. Dee. Le estuvo permitido regresar pues en esta ciudad, pero su casa fue guardada y, como los nuevos experimentos que pretendían componer un polvo transmutatorio se revelaron más vanas que nunca, el alquimista tomado de rabia se entregó a una tentativa de fuga fútil que tuvo como el solo resultado el homicidio de uno de los guardias. Un segundo encarcelamiento, esta vez al castillo de Zerner, fue la consecuencia de este acceso de violencia. El Doctor Dee se volvió sólo en Inglaterra, pero a una fecha incompatible con ciertos incidentes presuntos en la vida del vidente. Ambos cómplices parecen haberse separado en términos amistosos y correspondieron después de su separación (16). A petición del filósofo de Mortlake, Reina Elizabeth reclamó al alquimista como que era una de sus sujetos pero el Emperador se excusó por no poder liberarlo debido al homicidio que había cometido. El segundo encarcelamiento de Kelly, según las fechas generalmente admitidas, duró hasta 1597, el año durante la cual intentó escaparse con la ayuda de una cuerda. Desgraciadamente cayó de tal altura como las heridas que resultaron de eso le arrastraron a su muerte a la edad de cuarenta y dos el año (17). Su tratado sobre ella " Piedra de los Filósofos " fue el fruto de su ocio forzado pero no apaciguó en absoluto a su carcelero. Otros folletos contenidos en el volumen presente fueron sin duda redactados antes. Antes de haber conocido a Kelly, el Dr. Dee no se ocupaba de Alquimia, sino desde su vuelta a Inglaterra hasta su muerte en 1608, se abstendrá de experiencias que sumergieron su vidente en los aburrimientos, y se contentó con ser Director de Manchester, con ser perseguido por los Miembros del Colegio y con sufrir otras afrentas con la paciencia de un filósofo alumbrado. *** |
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