En el amor grande y apasionado de una mujer interviene de manera esencial, en primer lugar, una ilimitada capacidad de abnegación. (Stefan Sweig)




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títuloEn el amor grande y apasionado de una mujer interviene de manera esencial, en primer lugar, una ilimitada capacidad de abnegación. (Stefan Sweig)
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En el amor grande y apasionado de una mujer interviene de manera esencial, en primer lugar, una ilimitada capacidad de abnegación. (Stefan Sweig)
La creencia utópica implica, en consecuencia, una radical insinceridad. El individuo ajusta su sentir a la norma, y no la norma a su sentir. (Ortega y Gasset)
Lo más grave del utopismo no es de que busca soluciones falsas a los problemas –científicos o políticos- sino algo peor: es que no acepta el problema –lo real- según se presenta; antes bien, desde luego –a priori- le impone una caprichosa forma. (Ortega y Gasset)
Pero nadie puede escapar a su naturaleza. Pensar en el dinero es una necesidad imperiosa en Balzac. Del mismo modo que, en un compositor, un sentimiento o una disipación de espíritu se trasmutan en música, en Balzac toda contemplación se transforma en cálculo. (Stefan Zweig)
Altruismo intelectual: Un hombre posee altruismo intelectual cuando piadoso hace peregrinar su inteligencia hacia el corazón de las cosas, de modo que pasajeramente se funda con ellas, cuando procura siquiera transustanciarse siquiera unos instantes en el prójimo para asimilarse la opinión de éste con toda su complejidad original. Altruismo intelectual es pues, un salir del propio recinto para hacer mansión en el recinto de las cosas o del prójimo. (Ortega y Gasset)
No sé vivir si no es con las cuentas claras. (Ortega y Gasset)
El genio es la paciencia. (Ortega y Gasset)
La vida humana sería todo lo contrario de lo que esencialmente es, si pudiéramos, entre las innumerables formas de vida que ha producido el pasado, que ya están ahí, elegir la que más nos guste. (Ortega y Gasset)
La condición del hombre, es en verdad, estupefaciente. No le es dada e impuesta la forma de su vida como le es dada e impuesta al astro y al árbol la forma de su ser. El hombre tiene que elegirse en todo instante la suya. Es, por fuerza, libre. Pero esa libertad de elección consiste en que el hombre se siente íntimamente requerido a elegir lo mejor y qué sea lo mejor no es ya cosa entregada al arbitrio del hombre. (Ortega y Gasset)
Si quieres realmente ser tienes que adoptar una muy determinada forma de vida. Ahora, tú puedes, si quieres, no adoptarla y decidir ser otra cosa de lo que tiene que ser. Más entonces, sábelo, te quedas sin ser nada, porque no puedes ser verdaderamente sino el que tiene que ser, tu auténtico ser. (Ortega y Gasset)
La necesidad humana es el terrible imperativo de autenticidad. Quien libérrimamente no lo cumple, falsifica su vida, la desvive, se suicida. (Ortega y Gasset)
El hombre es novelista de sí mismo. (Ortega y Gasset)
Todo escritor pura sangre sabe que en la operación de escribir, lo que se llama escribir, interviene su cuerpo con sensaciones muy próximas a las voluptuosas. (Ortega y Gasset)
Esas ideas que son, de verdad “creencias” constituyen el continente de nuestra vida y, por ello, no tienen el carácter de contenidos particulares de ésta. Cabe decir que no son ideas que tenemos, sino ideas que somos. Más aún: precisamente porque son creencias radicalísimas se confunden para nosotros con la realidad misma –son nuestro mundo y nuestro ser-, pierden, por tanto, el carácter de ideas, de pensamientos nuestros que podrían muy bien no habérsenos ocurrido (…) En la creencia se está, y la ocurrencia se tiene y se sostiene. Pero la creencia es quien nos tiene y sostiene a nosotros. (Ortega y Gasset)
La vida quiere ficción, vive de la ficción. (Nietzsche)

La verdad es una necesidad constitutiva del hombre. (Ortega y Gasset)
Una vida sin afán de verdad no es vividera para el hombre. (Sócrates)
No hay más vida con raíces propias, no hay más vida propia que la que se compone de escenas ineludibles. Lo demás, lo que está en nuestra mano tomar o dejar o sustituir, es precisamente falsificación de la vida. (Ortega y Gasset)
Estamos tejidos de la misma materia que nuestros sueños. (Shakespeare)
¿Es un ser vivo/ que se ha escindido en sí mismo? ¿Son dos que ha elegido ser conocidos como uno solo?
La reabsorción de la circunstancia es el destino concreto del hombre. El sentido de la vida, no es pues, otro que aceptar cada cual su inexorable circunstancia, y, al aceptarla, convertirla en una creación nuestra. El hombre es el ser condenado a traducir necesidad en libertad. (Ortega y Gasset)
El hombre no es nunca seguramente hombre, sino que ser hombre significa, precisamente, estar siempre a punto de no serlo, ser viviente problema, absoluta y azarosa aventura o, como yo suelo decir: ser por esencia, drama. Porque sólo hay drama cuando no se sabe lo que va a pasar, sino que cada instante es puro peligro y trémulo riesgo. (Ortega y Gasset)
No existe porque piensa, sino que al revés, piensa porque existe. (Ortega y Gasset)
La circunstancia es, por lo pronto, lo más próximo, la mano que el universo tiende a cada cual y a que hay que agarrarse, que es preciso estrechar entusiastamente si se quiere vivir con autenticidad. (Ortega y Gasset)
Todo es vida y vivido: La emoción vivida de los seres, no los representa, del mismo modo como una zona predestinada en el huevo no se parece al órgano que de allí va a surgir. (Delueze-Guattari)
Esta emoción situada fuera del punto particular donde la mente la busca… esta emoción que devuelve a la mente el sonido turbador de la materia, toda el alma corre por ella y pasa por su fuego ardiente. (Artaud)
El mundo se ve doblado por otro mundo, gracias al siguiente itinerario: el objeto falta la deseo; luego el mundo no contiene todos los objetos, al menos le falta uno, el del deseo, luego existe otro lugar que posee la clave del deseo (de la que carece el mundo) (Clement Rosset)
Lo real no es imposible; por el contrario, en lo real todo es posible. No es el deseo el que expresa una carencia molar en el sujeto, sino la organización molar la que destituye al deseo de su ser objetivo. (Deleuze-Guattari)
De lo poco que leí saqué la conclusión de que los hombres que más se empapan en la vida. Comían poco, dormían poco, poseían pocos bienes, si es que poseían alguno. No mantenían ilusiones en cuestiones de deber, de procreación, en los limitados fines de defender el Estado o perpetuar la familia… El mundo de los fantasmas es aquél que no hemos acabado de conquistar. Es un mundo del pasado y no del futuro. Quien va hacia delante aferrado al pasado, arrastra consigo las cadenas del presidiario. (H. Miller)
Dile a mi viejo querer que la estoy olvidando, pero no le digas que te lo dije llorando. (Copla Llanera)
Pues nosotros, pobres hombres, nos engañamos, tan pronto como encontramos algo bello del pasado, nuestra felicidad es ilusión y los más felices son aquellos que se engañan más profundo y radicalmente. (Nietzsche carta Septiembre de 1865)
Pongamos el caso de que mi vida esté suficientemente dedicada al deber. ¿Es pues la bestia de carga más que el hombre, si ella cumple más exactamente que éste lo que se exige de ella? ¿Se ha hecho bastante por la propia humanidad cuando se han satisfechos todas las exigencias que van unidas a las condiciones en las que hemos nacido? ¿Quién nos ordena que nos dejemos determinar por las circunstancias? (Nietzsche carta del 05 de noviembre de 1865)
Y es que la avaricia comienza cuando se acaba la pobreza. (Balzac)
El celoso teme engaños de que él mismo se supone que es capaz, como el ingenuo cree en la ingenuidad ajena, como el falso vive sospechando de falsedad a los demás. (José ingenieros)
¡Qué distintos el relámpago, la tormenta y el granizo, poderes libres, sin ética! ¡Qué felices y que poderosos son ellos, pura voluntad sin ser perturbados por el intelecto! (Nietzsche)
Tengo la sensación que debemos juzgar con menos severidad el núcleo de las cosas. (Nietzsche)
Quien consiente en todo no paga nada. (Balzac)
Las personas generosas son malos comerciantes. David tenía uno de esos caracteres pudorosos y afectivos que se espantan ante una discusión y que ceden en el momento en que el adversario les toca la fibra sensible. (Balzac)

La avaricia, como el amor posee el don de la visión de los acontecimientos futuros, que presiente y adivina. (Balzac)
Creo que no hay hombre sobre cuya virtud se pueda contar menos que sobre la del que busca ante todo la aprobación de los demás, es fácil, lo confieso, decir que uno no se preocupa, pero dicho esto hay que referirse menos a lo que un hombre dice que a lo que hace. (Rousseau)

¿De qué gozaba yo en última instancia cuando estaba sólo? De mí, del universo entero, de todo cuanto es, de todo cuanto puede ser, de todo cuanto hay de bello en el mundo sensible y de inimaginable en el mundo intelectual; en torno a mí reunía todo cuanto podía halagar a mi corazón, y mis deseos eran la medida de mis placeres. No, jamás los voluptuosos han conocido delicias semejantes, y he gozado cien veces más de mis quimeras que ellos de las realidades. (Rousseau)
Aunque todos mis sueños se hubieran vuelto realidad, no me habrían bastado; habría imaginado, soñado, deseado aún. Encontraba en mí un vacío inexplicable que nada hubiera podido llenar, un cierto abalanzamiento del corazón hacia otra suerte de goce del que yo no tenía idea y cuya necesidad sin embargo sentía. Pues bien, señor, esto mismo era goce, pues que estaba penetrado de un sentimiento muy vivo y de una tristeza que no hubiera querido no tener. (Rousseau)
Todos los ambiciosos terminaban por ser avaros, que la avaricia misma no era más que una ambición pasiva, y que estas dos pasiones son igualmente duras, crueles e injustas. (Rousseau)
El deseo de convertir todo en oro, hace que uno se prive de todo. (Rousseau)
No hay profesión que no tenga sus cargas. Hay que tener alguna ocupación. Aunque tuviera cien mil libras de renta copiaría música: para mí es a la vez un trabajo y un placer. (Rousseau)
Una de las desgracias a las que se ven sometidas las grandes inteligencias es la de comprender por fuerza todas las cosas, tanto los vicios como las virtudes. (Balzac)
Evoluciona pase lo que pase. (Figth Club)
Realinear la percepción.
Sólo perdiéndolo todo quedamos en libertad para obrar. (Fight Club)
Ya no existe una gran guerra, ni una gran depresión. Nuestra gran guerra es espiritual y nuestra gran depresión es nuestra vida. Nos estamos dando cuentas que no seremos celebridades, ni estrellas de rock y estamos muy molestos. (Figth Club)
Tenemos que desarrollar la habilidad para ignorar las cosas que no son realmente importantes. (Figth Club)
Las almas grandes están siempre dispuestas de hacer de una desgracia una virtud. (Balzac)
El tiempo es el capital de las personas que poseen como única fortuna su inteligencia. (Balzac)
Los amantes no tienen más familia que ellos mismos. (Balzac)
Las mujeres que se arrepienten de sus locuras se arrepienten de su amor. (Balzac)
Los hombres que tienen tantas cosas que expresar en bellas obras soñadas durante mucho tiempo sienten cierto desprecio por la conversación, trato en el que el espíritu se rebaja al degradarse. (Balzac)
La cuestión del vestido es de gran importancia para quienes quieren aparentar que tienen lo que no tienen, porque es a menudo el mejor medio para poseerlo más adelante. (Balzac)
No se puede ser un gran hombre a bajo precio (…) Todo el que quiera elevarse por encima de los hombres debe prepararse para la lucha y no retroceder ante ninguna dificultad. (Balzac)
La envidia ese horrible tesoro de nuestras esperanzas defraudadas, de nuestro talento abortado, de nuestros éxitos frustrados y de nuestras pretensiones heridas, les era desconocida. (Balzac)
El verdadero talento es siempre bondadoso y candoroso, abierto y nada estirado. (Balzac)
Son raros y escasos en esta caldera de fermentación, raros como los verdaderos amantes en el mundo del amor, raros como las fortunas honradas en el mundo financiero, raros como un hombre puro en el periodismo. (Balzac)
La conciencia, amigo, es uno de esos bastones que todo el mundo coge para apalear a su vecino, pero que nunca nadie hace servir para sí mismo. (Balzac)
Los crímenes colectivos no comprometen a nadie. (Napoleón)

La capacidad de no perder el objetivo en medio de las complicaciones de la vida es el sello de las voluntades tenaces, que ni los poetas, ni las personas débiles o simplemente inteligentes pueden falsificar jamás. (Balzac)
El verdadero amor tiene muchas cosas en común con la infancia: tiene su irreflexión, su imprudencia, su risa y sus lágrimas. (Balzac)
Hay que observar que los hombres más fantasiosos se encuentran entre quienes se dedican al mundo del dinero (…) Pudiendo tenerlo todo, no conocen por ello sino el aburrimiento y buscan por todos los medios salir de su apatía. Un observador perspicaz reconoce en ellos siempre una manía, un resquicio en su corazón por el que son accesibles. (Balzac)
Por el momento le compadezco; pero pronto habré voluntariamente olvidado, ¡No por lo que hizo, sino por lo que aún está por hacer! (…) es como una mujercita a la que le gusta aparentar, el principal vicio de los franceses (…) Haría mañana mismo un pacto con el demonio, si dicho pacto le permitiera llevar durante unos años, una vida brillante y lujosa. (Balzac)
Se cree hábil escamoteando las dificultades en vez de vencerlas. Será valiente en un momento dado, pero cobarde en el otro. (Balzac)
Cuando se ha demostrado fácilmente admiración, ésta es un símbolo de debilidad. (Balzac)
La sociedad, señora, cosa bien extraña, es mucho más indulgente con los jóvenes como él; los quiere, se deja seducir por el atractivo de sus prendas exteriores; no les exige nada, disculpa todos sus errores, da por descontado su perfección permaneciendo ciega a sus defectos, y los convierte así, finalmente, en sus niños mimados. Por el contrario, es de una severidad sin límites con las naturalezas fuertes e integras. Pero es precisamente así como la sociedad, aunque en apariencia pueda parecer injusta, es tal vez sublime. Se divierte con los bufones, sin pedirles nada más que diversión, pero los olvida muy pronto, mientras que para doblar las rodillas ante la grandeza le exige a ésta unas dotes divinas. A cada cosa su ley: el diamante eterno no debe tener ninguna impureza, mientras que la creación efímera la moda tiene derecho a ser ligera, extravagante y sin consistencia. (Balzac)
Las cosechas regadas con tinta no se recogen (cuando se recogen) hasta diez o doce años después de la siembra. (Balzac)
No existe superioridad sin fuerza. (Balzac)
Tenía pelos en el corazón.
Cuando una pasión, el interés o la edad enfrían en los ojos de un hombre, entonces una mujer desconfía de ese hombre y comienza a observarlo. (Balzac)
Los moralistas no conseguirán hacer comprender nunca toda la influencia que ejercen los sentimientos sobre los intereses. Esta influencia es tan poderosa como la de los intereses sobre los sentimientos. Todas las leyes de la naturaleza tienen un doble efecto, que son uno contrario al otro. (Balzac)
Aunque el espíritu difícilmente olvida y el interés se resienta aún, el corazón, a pesar de todos los pesares, reanuda su servidumbre. (Balzac)
La estima, base necesaria para nuestros sentimientos, es el tejido recio que les da un no se qué de seguridad y esa firmeza indefinible que los hace importantes en nuestra vida. (Balzac)
El corazón guarda el recuerdo de una especie de perfección ideal, lo cual explica el motivo secreto de separaciones que a menudo resultan inexplicables. Se puede vivir con una duda en el corazón cuando el pasado no nos ofrece el cuadro de un afecto puro y sin nubes, pero para dos seres que han estado perfectamente unidos en otro tiempo de la vida, se vuelve insoportable cuando se ven obligados a medir cada mirada o palabra. (Balzac)

En cuestiones de dinero todo se arreglaba, pero los sentimientos son implacables. (Balzac)
El vivo odio que las mujeres guardan hacia el hombre que ha sido incapaz de amarlas en el momento en que ellas han sentido el deseo de ser amadas. (Balzac)
La resignación es un suicidio diario. (Balzac)
Todos los grandes hombres son unos monstruos. (Balzac)
Por ello no tienen ustedes ya moral. Hoy día, en su patria, el éxito es la razón suprema de todo, sea lo que sea. El hecho en sí no cuenta para nada, lo que cuanta es la idea de lo que los demás se hacen de él. (Balzac)
Su sociedad ya no adora el verdadero Dios, sino al becerro de oro. (Balzac)
¿Por qué le he dicho que se amolde a la sociedad?...Porque hoy día, jovenzuela, la sociedad se ha arrogado insensiblemente tantos derechos sobre los individuos, que el individuo se ve obligado a luchar contra ella. Ya no hay leyes, sólo costumbres, es decir, maneras, siempre la forma. (Balzac)
La virtud instruida calcula tan bien como el vicio. (Balzac)
Todo poder humano tiene un componente de paciencia y de tiempo. Los hombres poderosos quieren y velan. La vida del avaro es un constante ejercicio del poder humano puesto al servicio de la personalidad. ¿Se apoya únicamente sobre dos sentimientos? El amor propio y el interés. Pero como en cierto modo el interés no es más que el amor propio sólido y bien entendido, la confirmación continúa de una superioridad renal, amor propio e interés son dos partes de un mismo todo, el egoísmo. (Balzac)
La adulación no emana nunca de las almas grandes, sino que es patrimonio de los espíritus pequeños, que logran empequeñecerse aún más para entrar mejor en la esfera vital de la persona entorno a la cual gravitan. La adulación presupone un interés. (Balzac)
Los hombres de hoy constituidos en altas dignidades, estiman en mucho las magistraturas y consideran en gran pérdida el perderlas. Mirando las riquezas, desprecian sus propias vidas. ¿No es una aberración? (Chuang Tzu)
En cierto sentido cabe pensar que el jugador, aquel que busca otros estímulos en la vida, alejados del rutinario devenir de los acontecimientos, está también condenado. Ha visto, ha sufrido, ha gozado. Pero sobre todo, ha intuido. La emoción es algo cuyo precio no puede establecer nadie, y cuyo acceso está vedado a la mayoría de los mortales más cobardes y conformistas. Tenerlo todo, perderlo todo, y aun así, volver a intentarlo. (Javier García Sánchez)
Una mujer es coqueta hasta que no ama. (Balzac)
Las mujeres quieren encontrar en sus amantes motivos para satisfacer su vanidad. ¡Son ellas las que en nosotros siguen amándose a sí mismas! (Balzac)
Desarraigados del presente, estamos como muertos hasta que nuestra ayuda de cámara entra para decirnos: “La señora condesa espera al señor”. (Balzac)
Al triunfar todos los pesares humanos bajo un poder inmenso, aquel hombre debía haber aniquilado los placeres terrestres. (Balzac)
El hombre se agota en dos actos realizados instintivamente que ciegan las fuentes de su vida. Dos verbos asumen esas dos causas de muerte: “Querer y poder” (…) “Querer” nos abrasa y el “poder” nos destruye; pero “saber” mantiene nuestro débil organismo en un perpetuo estado de debilidad. (Balzac)
Todo lo he tenido por haber sabido desdeñarlo todo. Mi única ambición ha sido ver. Y ver, ¿No es saber? ¡Oh! Y saber, joven ¿No es gozar intuitivamente? ¿No es descubrir la sustancia misma del fenómeno y apoderarse de su esencia? ¿Qué queda de una posesión material? (Balzac)
El mal no es, quizás, sino un violento placer ¿Quién podría precisar el punto en que la voluptuosidad se vuelve un mal y aquel en que el mal todavía es un placer? (…) ¿Y qué es la locura sino el exceso de un querer o de un poder? (Balzac-Piel de Zapa)
El amor es como el viento que no se sabe de dónde sopla. (Balzac)
La vida sencilla y mecánica conduce a cierta cordura insensata el ahogarse nuestra inteligencia con el trabajo; mientras que la vida basada en vacío de las abstracciones o en los abismos del mundo moral conduce a cierta loca cordura. En una palabra: Matar los sentimientos para llegar a ser viejo, o morir joven aceptando el martirio de nuestras pasiones, tal es nuestra sentencia. (Balzac)
El hombre se corrompe por el ejercicio de la razón y se purifica por la ignorancia. (Balzac)
Quizá no odiemos la severidad cuando viene justificada por un gran carácter, por costumbres puras, y está hábilmente mezclada de bondad. (Balzac)
El despotismo de mi padre me había quitado toda confianza en mí mismo; era timido y torpe, no creía que mi voz pudiese ejercer el menor poder sobre nadie, me degradaba a mí mismo, me encontraba feo y me daba vergüenza mirarme. (Balzac)
A las mujeres no les gusta que se les mendigue; he visto a muchas a las que adoraba de lejos, les ofrecía un corazón a toda prueba, un alma que desgarrar, una energía que no se arredraba ante sacrificios ni torturas, y que se entregaban a tontos que no habría querido yo ni para porteros. (Balzac)
La expropiación del trabajador en provecho de su producto significa no sólo que su trabajo se convierte en un objeto, en una existencia externa, sino que su trabajo existe fuera de él, independientemente de él, extraño a él y se convierte en un poder propio y sustantivo frente a él, y la vida que ha infundido a él objeto se vuelve contra él, hostil y extraña. (Marx)
Se puede ser rapero sin cantar. (Nigga)
Que su actividad se le manifiesta como un tormento, sus propias creaciones como una potencia extraña, su riqueza como pobreza, el lazo profundo que lo une al otro hombre como un lazo artificial y la separación con respecto al otro como su verdadera existencia; que su vida es el sacrificio de su vida; que la realización de su ser es la pérdida de su vida; que su producción produce su propia nada; que su poder sobre el objeto es el poder del objeto sobre él; que en fin, siendo dueño de su producción, aparece esclavo de su producción. (Marx)
Decir que el hombre está alienado de sí mismo, es decir que la sociedad de ese hombre alienado es la caricatura de su comunidad real. (Marx)
Deseos apagados
Nosotros amamos a veces a un loco, no podemos, en cambio, amar nunca a un tonto. (Balzac)
Era si duda demasiado ingenuo para una sociedad ficticia que viva a la luz artificial y traduce todos sus pensamientos en frases convenidas o en palabras dictadas por la moda. Tampoco sabía hablar callándome ni callar hablando. (Balzac)
No sé por qué inclinación de su espíritu las mujeres están acostumbradas a no ver en el hombre de talento más que sus defectos, y en un tonto sus cualidades: sienten gran simpatía por las cualidades del imbécil, que son un halago perpetuo de sus propios defectos, mientras que el hombre superior no les ofrece bastantes goces para compensar sus imperfecciones (…) ¡Son ellas las que en nosotros siguen amándose a sí mismas! (Balzac)
Las criaturas que se pasan la vida probándose cachemiras o que se convierten en perchas de la moda, no tienen ningún espíritu de abnegación, lo exigen y ven en el amor el placer de mandar, no el de obedecer. La verdadera esposa de corazón, de carne y hueso, se deja arrastrar a donde vaya aquel en quien reside su vida, su fuerza, su gloria, su felicidad. (Balzac)
Iba a correr el riesgo de morir para vivir. (Balzac)
El error de los hombres superiores consiste en malgastar su juventud en merecer favores. (Balzac)
Todos los infortunios son hermanos, hablan el mismo lenguaje, tienen la misma generosidad, la generosidad de quienes no poseyendo nada, son pródigos de sentimiento y pagan con su tiempo y su persona. (Balzac)
Tiramos el oro despreocupadamente a los pies de las bailarinas y regateamos con un obrero, cuya familia hambrienta espera el pago de una cuenta. (Balzac)
Pareció hacerle mucha gracia eso de que la voluntad humana fuese una fuerza material parecida al vapor; que en el mundo moral nada resiste a ese poder cuando el hombre se acostumbra a concentrarlo, manejarlo en su totalidad y dirigir constantemente sobre las almas las proyección de esa masa fluida; que semejante hombre podía modificar a su antojo todo lo relacionado con la humanidad, incluso las leyes de la naturaleza. (Balzac)
Su rostro tenía el sello de un hechizo fugaz que parecía demostrar cómo a cada instante somos otros, nuevos, únicos, sin ningún parecido con el nosotros del futuro y el nosotros del pasado. (Balzac)
Pensaba vagamente en la existencia mecánica y sin deseos de un campesino breton cargado de hijos, que labró su campo, come pan moreno, bebe sidra de su pichel, cree en la virgen y en el rey, comulga por pascua florída, baila el domingo sobre un verde césped y no comprende el sermón del párroco. (Balzac)
Cuántos ancianos coronan una vida de honradez, trabajo y virtud con una locura. (Balzac)
Feliz quien adivine sus goces, pues los habrá conocido. (Balzac)
Hay abismos que el amor no puede salvar pese a las fuerzas de sus alas. (Balzac)

El gran mundo rechaza de su seno al desdichado, igual que el hombre de salud vigorosa expulsa de su cuerpo un agente morboso. (Balzac)
La posesión del poder, por inmenso que pueda ser, no confería la ciencia de saber usarlo. El cetro es un juguete para un niño, un hacha para Richelieu, y para Napoleón una palanca para mover el mundo. El poder nos deja tal como somos y únicamente engrandece a los grandes. (Balzac)
El sentimiento que más difícilmente soporta el hombre es la piedad, sobre todo cuando la merece. El odio es un tónico, da vida, inspira venganza; pero la piedad mata, debilidad aún más nuestra debilidad. Es el mal que se vuelve mimoso, es el desprecio en la ternura, o la ternura en la ofensa. (Balzac)
Pues amando el ser mortal da lo mejor que tiene. (Holderling)
El corazón corrupto se manifiesta por la boca. (Rumi)
El cuerpo es como una carta (…) Pero abrir la carta del cuerpo no es fácil, si no, todo el mundo descubriría los secretos del corazón.

Qué duro y difícil es abrir la carta, es sólo para los fuertes no para los niños juguetones. (Rumi)
Los sabios se preocupan al comienzo.

Los ignorantes golpean sus cabezas con arrepentimiento cuando llega el fin.

Percibe el fin desde el comienzo para no arrepentirte, en el día final. (Rumi)
¿Dónde buscamos el conocimiento verdadero? Abandonando nuestro conocimiento.

¿Dónde buscamos la salvación? Renunciando a la salvación.

¿Cómo buscamos la manzana? Retirando nuestra mano. (Rumi)
El amor es (…) es u dios cruel que, como toda deidad, quiere adueñarse del hombre total y no se da por satisfecho hasta que éste no ha sacrificado, no ya su mera alma, sino su yo físico. Su culto es la pasión, y el punto culminante de este culto es el sacrificio de sí mismo, el suicidio. (Edgar Bauer)
El cierto que mi entendimiento finito, basado en los sentidos, distingue una manzana de una pera y una pera de una almendra, pero mi razón especulativa considera esta diferencia sensible como algo no esencial e indiferente. Ve en la manzana lo mismo que en la pera y en la pera lo mismo que en la almendra, a saber: “la fruta”. (Ludovico Silva)
A los cuarenta años, la mujer, y sobre todo la que ha probado la manzana envenenada de la pasión, siente un miedo solemne; es entonces cuando se da cuenta de que hay dos muertes para ella: La muerte del cuerpo y la muerte del corazón. Dividiendo a las mujeres en dos grandes categorías, según las ideas más vulgares, esto es, en virtuosas o ligeras, se puede decir que, a partir de esa edad temible, experimentan un dolor vivo. Virtuosas y equivocadas en los deseos de sus naturalezas, sea que la hayan sometido, que se hayan enterrado sus protestas en el corazón o al pie del altar, el llegar a esta edad no pueden pensar sin terror que todo ha terminado para ellas. Este pensamiento tiene tan extrañas y diabólicas profundidades, que en él pueden encontrarse la razón de algunas de esas apostasías que a veces espantan y sorprenden al mundo. Culpables, se encuentran en esas situaciones vertiginosas que se traducen a menudo en locura, o terminan con la muerte o en pasiones tan grandes como la misma situación. He aquí el sentido dilemático de la crisis: O bien han conocido la felicidad, se ha hecho una vida voluptuosa y ya sólo pueden respirar ese aire cargado de inciensos, y moverse en esa atmósfera florida, donde las adulaciones son caricias y, ¿Cómo renunciar a esto?, o bien, fenómeno más extravagante que raro, no han encontrado más que placeres fatigantes buscan una felicidad que le huía, sostenidas en tan ardiente caza por las irritantes satisfacciones de la vanidad, obstinándose en caer en ese juego como un jugador con su martingala, pues para ellas estos últimos días de belleza son la última ficha para la desesperación. (Balzac)

Todo profundo problema filosófico se reduce a un hecho empírico puro y simple. (Marx)
Toda mitología vence, domina y configura a las fuerzas de la naturaleza en la imaginación y a través de la imaginación; pero se acaba con el dominio real y efectivo de dicha fuerza. (Marx)
La religión surge pues, como un recurso ideal para subsanar en el pensamiento la impotencia del hombre ante la naturaleza. No se trata, pues, de que el hombre se despoje de su “esencia” para hipotecarla en una divinidad, se trata de un proceso real y concreto, de una necesidad específica, la necesidad de producir: a falta de un dominio técnico de los medios de producción, el hombre se inventa un dominio religioso de los mismos, a través de unos Dioses que, estimulados por ritos y sacrificios, proveerán al hombre de los medios necesarios para reproducir su existencia. Es lo que late en el viejo testamento cuando se dice: “Dios proveerá”. (Ludovico Silva)
Hay bondades que pueden ser inspiradas por la pasión. (Balzac)
Los hombres tienen varias formas de ser buenos: Por desdén, por costumbre, por cálculo o por indolencia de carácter. (Balzac)
La voz de la religión le decía desde dos años antes que la iglesia y la sociedad no hablan de felicidad, de amor, sino de deberes y resignación, que para éstas dos grandes potencias la felicidad está en la satisfacción del deber cumplido y que la recompensa no es de este mundo. (Balzac)
El verdadero amor se envuelve siempre con los misterios del pudor hasta en sus expresiones, pues quien se prueba por sí mismo; no siente la necesidad, como el falso amor, de hacer un incendio. (Balzac)
El amor es el privilegio que dos seres se otorgan para disgustarse recíprocamente a causa de nada. (Balzac)
La intensidad de los afectos se halla en razón de los alcances de los caracteres o entorno a las ideas que agrupamos entorno a un hecho. (Balzac)
No le quieren, es demasiado gruñón y autoritario, y como todos los débiles, escucha con demasiada facilidad a sus inferiores, para que pueda inspirar a su alrededor el afecto que une a las familias. (Balzac)
Amar sin esperanzas es también una felicidad. (Balzac)
Cuando el amor retrocede ante un crimen, nos parece que tiene límites y el amor debe ser infinito. (Balzac)

El amor aborrece de todo cuanto a él no se refiere. (Balzac)
En que infierno caería si diese a ese ser sin piedad, como lo son todos los débiles, el derecho a despreciarnos. (Balzac)
Las obligaciones contraídas aumentan en razón de los beneficios que la sociedad concede al hombre, de acuerdo al principio tan verdadero en política como en comercio, de que la gravedad de las preocupaciones está en todas partes en razón directa de la amplitud de los beneficios. (Balzac)
La cortesía y las bellas maneras proceden del corazón y de un gran sentimiento de la dignidad personal. He aquí por qué, y a pesar de su educación, algunos nobles carecen de elegancia, mientras que ciertas personas de origen burgués poseen un buen gusto natural, y sólo necesitan tomar algunas lecciones para adquirir, sin imitaciones torpes, excelentes modales. (Balzac)
Cuando os pidan algo que no podáis hacer, rehusad en forma categórica, sin dejar ninguna falsa esperanza; pero conceded con presteza lo que deseáis otorgar. De esta forma obtendréis la gracia de la negativa y de la concesión, doble lealtad que eleva maravillosamente un carácter. (Balzac)
Jamás encontrareis fuera de vos, un calor una armonía con el vuestro. Los reyes, como las mujeres, creen que se les debe todo. Por triste que sea este principio, es verdadero, pero no desflora el alma, colocad vuestros sentimientos puros en lugares inaccesibles, donde sus flores sean admiradas apasionadamente, donde el artista sueñe con la obra maestra. (Balzac)
En el fondo de las razones humanas existe un laberinto de razones determinantes cuyo juicio definitivo se ha reservado Dios para sí. (Balzac)
Todos respetan a quien los desdeña, y ese desdén os procurara el favor de todas las mujeres, que os estimarán en razón del poco caso que hagáis a los hombres. (Balzac)
Cualquier engaño termina por descubrirse y perjudicar; por el contrario, cualquier posición se hace menos peligrosa cuando un hombre se coloca en el terreno de la franqueza. (Balzac)
Depende sólo de ti mismo. (Balzac)
La duda nos priva del conocimiento de nosotros mismos y nos hace sentir hastío de la existencia. (Balzac)
La alienación –toda alienación- consiste en este peculiar dominio del producto sobre el productor. Así, la alienación filosófica consiste en el dominio del sistema sobre el pensador sistemático, el dominio de las abstracciones sobre el productor de las abstracciones. Y la forma más característica de este proceso se revela en el hecho de que, si tales abstracciones o sistemas pueden llegar a establecer ese dominio sobre el hombre, es porque éste las concibió separadas de la práctica, de la actividad real y sensible. (Ludovico Silva)
La mujer que no reconoce leyes está cerca de no escuchar más que la voz de sus caprichos; las que se complacen tanto en brillar, en moverse, no han recibido el don de la constancia. (Balzac)
El amor requiere más tranquilidad me lo he figurado como un lazo inmenso donde la sonda no encuentra fondo, donde las tempestades pueden ser violentas, pero poco frecuentes y contenidas en límites infranqueables, donde dos seres viven en un rojo florido, lejos del mundo cuyo lujo y brillo les ofendería. (Balzac)
La mujer fuerte que atraviesa las distancias y obra con la fuerza del hombre; que libraría a su amante de la cautividad matando carceleros, guardianes y verdugos; mientras que ciertas criaturas no saben más que amar con toda su alma; en el peligro se arrodillan rezan y mueren. (Balzac)
Todo en definitiva se reduce a sentir. (Helvétius)
…más tarde el hombre no ama, se deja amar; se ama a sí mismo en su amante, mientras que en la juventud ama a su amante en él. Más tarde, inoculamos nuestros gustos, tal vez nuestros vicios, a la mujer que nos ama. En el comienzo de la vida, la que amamos nos impone sus virtudes, sus delicadezas, nos convida a lo bello con una sonrisa, y nos enseña la abnegación con su ejemplo. (Balzac)
Allí donde el mundo manda la gente debe obedecer; pero los apasionados huyen del mundo inmediatamente; les resulta insoportable. (Balzac)
La gula es el vicio de los corazones que carecen de vigor. (Rousseau)
El verdadero amor no calcula nada. (Balzac)
Para José Ingenieros la palabra idealismo no es establecer una abstracción como verdad absoluta, sino un ejercicio de creatividad e imaginación en cambio permanente.
La imaginación despoja a la realidad de todo lo malo y la adoran con todo lo bueno, depurando la experiencia, cristalizándola en los moldes de perfección que concibe más puros. Los ideales son por ende, reconstrucciones imaginativas de la realidad que deviene. (José Ingenieros)
Cada ideal puede encarnarse en un genio; al principio, mientras él lo define o lo plasma, sólo es comprendido por el pequeño núcleo de espíritus sensibles al ritmo de la nueva creencia. (José Ingenieros)
Los ideales están en perpetuo devenir, cono las formas de la realidad a que se anticipan. La imaginación los construye observando a la naturaleza, como un resultado de la experiencia, pero una vez formados ya no están en ella, son anticipaciones de ella, viven sobre ella para señalar su futuro. Y cuando la realidad evoluciona hacia un ideal antes previsto, la imaginación se aparta nuevamente de la realidad, aleja de ella al ideal proporcionalmente. (José Ingenieros)
Nada cabe esperar de los hombres que entran a la vida sin afiebrarse por un ideal; a los que nunca fueron jóvenes, paréceles descarriado todo ensueño. Y no se nace joven: Hay que adquirir la juventud. Y sin un ideal no se adquiere. (José Ingenieros)
Yo sé quien soy. (Don Quijote)
Gusanos de seda somos, gusanillos que hilamos la seda de nuestras vidas y en el capullo de la seda nos encerramos para que el gusano muera y del capullo salga volando la mariposa. (Teresa de Ávila)

El hombre incapaz de alentar nobles pasiones esquiva el amor como si fuese un abismo, ignora que él acrisola todas las virtudes y es el más eficaz de los moralistas. Vive y muere sin haber aprendido a amar. Caricaturiza este sentimiento guiándose por las sugestiones de sórdidas conveniencias. Los demás le eligen primero las queridas y le imponen después la esposa. Poco le importa la fidelidad de las primeras, mientras le sirvan de adorno; nunca exige inteligencia en la otra, si es un escalón en su mundo. (José Ingenieros)
Una gran vida es un ideal de la juventud realizado en la edad madura. (Vigny)
Un mediano bienestar tranquilo es preferible a la opulencia llena de preocupaciones. (Proverbio árabe)
Todos los enemigos de la diferenciación vienen a serlo del progreso, es natural, por ende, que consideren la originalidad como un defecto imperdonable. (Ingenieros)
Indiferentes: La sociedad piensa y quiere por ellos. No tienen voz, sino eco. No hay líneas definidas en su propia sombra, que es, apenas, una penumbra. (Ingenieros)
Muchos nacen, pocos viven. (Ingenieros)
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