El doble
Introducción La figura del doble ha ejercitado siempre una grande fascinación sobre escritores, poetas, filósofos, hasta directores de cine. El doble en todas sus variantes, como sombra, como fantasma, como gemelo, monstruo, licántropo, vampiro, alucinación, etc. ha sido contado desde la mitología hasta en las películas de Hollywood.
En la antigüedad la figura del doble, en su variante de los gemelos, muchas veces representó el conflicto entre dos facciones cercanas, entre dos civilizaciones, o modos de vida, como en la leyenda de Rómulo y Remo, o en la de Caín y Abel por ejemplo. Estos dos por ejemplo representan el conflicto entre una cultura sedentaria y de cultivadores frente a una más antigua de ganadores nómadas. El gesto simbólico de Caín que mata Abel representa la supremacía de la cultura sedentaria sobre la nómada.
Es interesante notar como casi todos los textos sagrados, las leyendas cosmogónicas, las cosmovisiones, los mitos, incluyen alguna anécdota sobre gemelos o mellizos. Encontramos el doble en las creencias populares de muchos países, el folklore cuenta que todos tenemos un doble a otro lado del mundo y que estamos vinculados a él, si le pasa algo se refleja en nuestra vida y viceversa. Otros creen que ver a su propio doble sea presagio de muerte (en Escocia por ejemplo donde se llama Fetch, que significa buscar, por que va a buscar los hombres para llevárselos al otro mundo, Antoni, el protagonista de la obra de Pogorelski que analizaré también se asusta y le pregunta a su sosia si no es que se este vino para anunciarle su muerte), de ahí proviene probablemente el miedo de muchos pueblos indígenas a las fotografías por ejemplo.
Se jugó mucho con esta figura también en la literatura cómica, en el teatro burlesco, haciendo hincapié en la confusión que generaban los dos personajes al parecer iguales. La confusión de los gemelos que se intercambian las identidades es un topos literario.
Con el romanticismo y con la novela gótica la figura del doble adquiere matices totalmente distintos, se somete a introyección y refleja un conflicto interior, el juego se hace más psicológico y añade a las situaciones tensión y una carga de suspenso. El doble en esta nueva visión representa lo reprimido de la psique, la sombra, el lado obscuro. Con el manejo de recursos literarios siempre más complejos, y con el cambio de sensibilidad creativa y literaria, el doble se desarrolla de manera innovadora dejando por ejemplo mucho espacio a la libre interpretación de cada lector de los fenómenos narrados. Los autores románticos se han dejado llevar por una curiosidad casi morbosa hacia los aspectos malignos y asombrosos. Hoy en día es imposible hacer un análisis de la historia de la literatura romántica sin detenerse en lo que fueron las grandes obras que trataron este tema. El nacimiento del psicoanálisis moderno y su posterior aplicación a la interpretación literaria ha permitido dar un punto de vista totalmente nuevo y ha iluminado estas zonas obscuras de la literatura.
Naturalmente la figura del doble no ha dejado de fascinar a los artistas después de haber sido penetrada y desentrañada por la psicología contemporánea. Ha mudado de formas, como una sombra ha seguido los movimientos de los protagonistas y se ha amoldado a los cambios sociales, individuales, filosóficos y por supuesto a las nuevas técnicas literarias.
Para recordar algunas de las obras más importantes que tratan el tema empezaré por El extraño caso del doctor Jekill y el señor Hyde de Stevenson, Frankenstein de Shelley, El retrato de Dorian Gray de Wilde y El Golem de Meyrink (aunque con algunas reservas porque tratan el tema desde un punto de vista un poco distinto, el doble en este caso es un objeto creado por el protagonista), algunos más contemporáneos: El vizconde demediado de Calvino, El club de la lucha de Palahniuk, Casa tomada de Cortázar, La intrusa de Borges, El hombre duplicado de Saramago, Uno, ninguno y cien mil de Pirandello; y por supuesto las tres obras sobre las que he decidido concentrarme en este trabajo: El sosia de Pogorelski, La nariz de Gogol y El doble de Dostoievski. En el cine la producción más reciente que trata el tema es El cisne negro, sin olvidar de un clásico como Vértigo de Alfred Hitchkock.
La relación entre las dos caras es siempre de lucha entre bien y mal, ración e instinto, materia y espíritu. El hecho de enseñar la cara en sombra implica automáticamente que tiene que haber otra cara positiva, buena, de otra manera el juego no se sostendría. La presencia del mal tiene una función catártica, las dos están en una relación directamente proporcional, cuanto más negativa y negra es la parte mala tanto más resaltará y lucirá la positiva y blanca, la sombra siempre destaca más cuanto más fuerte es la luz.
En la psicología contemporánea desde Freud, en La interpretación de los sueños (1900), pasando por Jung y sus seguidores el doble ha sido analizado y conceptualizado. Jung ve en él una figura arquetípica (concepto introducido en la psicología precisamente por él), donde el arquetipo es "cada una de las imágenes originarias constitutivas del "inconsciente colectivo" y que son "comunes a toda la humanidad". Un arquetipo es un modelo que todos reconocemos, una figura a la que remontamos y en la que nos podemos reconocer, que refleja una parte que cada uno de nosotros lleva en sí.
El doble es la manifestación de "el lado oscuro, apagado y reprimido del complejo yoico", según Marie Louise von Franz, y Jung sostenía que "la sombra representa casi a la totalidad del inconsciente humano". En el inconsciente no solo caben las manías, dudas, sueños, emociones, sino también la intuición y la creatividad. Como ya Freud demostró nuestra cultura reprime, con la educación y las normas, mucha parte de esta parte de sombra. Lo que se reprime es en sí una energía, que bloqueada en su salida más directa, en su expresión pura, busca otros caminos como pueden ser los sueños por ejemplo, la sublimación en una actividad física, la creación artística, o desembocar en la enfermedad, psíquica o física que sea.
El psicoanálisis puede ser una interesante herramienta para una lectura más profunda de las obras literarias, y quizás sobre todo de que tratan el tema del doble y sus mil distintas expresiones y facetas. En esta lectura el doble se convierte en el inconsciente que se escinde del consciente y tomado el control actúa como una entidad independiente. El doble es también la huida de la constricción social, de un trabajo alienante, de una realidad opresora. Por eso en literatura el doble tiene una función catártica, como antes la tenía el teatro clásico.
En conclusión se podría decir que el doble es una parte que cada uno lleva en sí y la literatura sobre este tema nos acerca a nuestra propia esencia, nos recuerda que todos llevamos la sombra y la luz y que tenemos que reconocerla y aceptarla si no podría arrastrarnos.
El sosia o mis noches en la Pequeña Rusia de Antoni Pogorelski
 Antoni Pogorelski es el seudónimo de Aleksei Alexeievich Perovski, nacido en 1797 y fallecido en 1837. El apellido remite al nombre de la región a la que se fue a vivir después de la muerte su padre, o sea en Pogoreltsi en Ucrania.
De él se sabe muy poco, durante la invasión napoleónica sirvió como voluntario, vivió un tiempo en Alemania donde entró en contacto con el romanticismo y sobre todo con la obra de Hoffmann que tuvo un gran impacto sobre su creatividad y su sensibilidad. Aunque no sea uno de los "grandes" escritores rusos su importancia es indudable a la hora del pasaje que introdujo el romanticismo en Rusia y dejó atrás el sentimentalismo.
Como dije, Hoffmann tuvo una gran influencia sobre el autor y este insertó los elementos novedosos del romanticismo en el marco ruso teniendo en consideración el folclore y las creencias populares creando así la base sobre la que trabajarán autores como Pushkin, Odoevski y Gogol.
El marco que une los cuentos de la novela es típicamente hoffmaniano, sin embargo se desarrolla de manera original. Lo que en Hoffmann era el papel de los amigos que alternaban charlas filosóficas a la narración aquí lo desempeña el sosia de un joven terrateniente aburrido del largo invierno. Característica de este autor es la ironía que a veces traspasa la cortina del didactismo. De uno de los cuentos que fue publicado por separado, La vendedora de pasteles, Pushkin escribió en 1825 a su hermano que lo leyó dos veces seguidas y que le encantó. Muchos críticos subrayaron las similitudes que hay entre este cuento y El dueño de la funeraria de los relatos de Belkin en el que Pushkin hace un paragón directo entre su su protagonista y el de Pogorelski. Este cuento se considera también uno de los primeros cuentos góticos de la literatura rusa. Algunos de los relatos de El sosia fueron escritos antes de la publicación de este volumen, y fueron escritos como cuentos independientes. El sosia comprende por ende cuentos escritos en los diez años antecedentes la publicación del libro en 1828. Este libro introduce la novedad del ciclo de cuentos que será retomada por Pushkin en Los relatos de Belkin y por Odoevski en Las noches rusas y por Gogol en Las veladas de Dikanka, retomando una estructura que ya Boccaccio había utilizado en su Decameron.
Los relatos están empapados de ironía, didactismo y de racionalismo. Por ejemplo la cuarta velada está enteramente dedicada a la anatomía de la inteligencia humana, es una especie de declaración iluminista, la preeminencia de los estudios científicos sobre los literarios.
La crítica no prestó mucha atención a esta obra cuando fue publicada, la juzgaron un obra mediana. Pogorelski escribió poco y con poca constancia, fue miembro de la Libre Sociedad de los amantes de la literatura rusa, y luego de la Academia Rusa, fue amigo de autores importantes como Pushkin mismo, Zhukovski, y Viazemski.
El sosia está escrito en primera persona, es el protagonista mismo que nos sitúa, no cuenta, nos acompaña, el narrador es por lo tanto homodiegético, o sea que es uno del los personajes del relato que nos cuenta. El punto de vista es también el de Antoni mismo. El protagonista nos dice que tiene una edad intermedia, que ya no es tan joven como para vivir feliz, y ya puede permitirse dar consejos y enseñar los verdaderos valores de la vida.
La novela se construye alrededor de un relato marco en el que el protagonista, un terrateniente de una provincia de Ucrania, aburrido de las solitarias noches de invierno es visitado por su sosia con el que pasará seis noches en las que su sosia le cuenta anécdotas y los dos tocan temas importantes de cultura, ciencia, moral, etc. La novela está impregnada de una aura fantástica, de cuentos folclóricos y tiene un fuerte componente de didactismo, todos elementos típicos de su época. La ambientación, los tonos y los sentimientos expresados, como el amor y el miedo a una naturaleza imponente e incomprensible son también rasgos ya románticos. Se inspiró a los Cuentos de los hermanos de San Serapión de E.T.A. Hoffmann.
Por lo que he podido averiguar esta novela no ha sido traducida al español, por lo tanto las citas son traducidas del texto en italiano por mi.
El libro consta de dos partes de seis capítulos, que corresponden a las seis veladas, la primera parte contiene las primeras tres noches y la segunda las otras tres. La primera parte es totalmente narrativa, de diversión e introducción mientras la segunda se alternan partes didácticas y otras narrativas. Los cuentos que relata Anatoli son cuentos que él mismo ha escrito, mientras que el sosia cuenta historias "realmente sucedidas".
El doble aparece sin causar gran turbación en el protagonista cuya reacción es de sorpresa y alegría por la nueva compañía. La cosa curiosa en este caso es que el doble es perfectamente consciente de ser un doble y se presenta así a su anfitrión ("Decidme por favor, ¿quién sois?" "Nadie más que usted mismo. ... No soy más que vuestra misma imagen que os ha aparecido"). La relación entre las dos tiene un tono amistoso pero es más una relación alumno-maestro. El doble en este caso se parece mayor de edad y con más experiencia. Entre los dos el Antoni "original" interpreta el papel del romántico mientras que el doble el del racionalista. Además parece casi que el doble aquí tenga casi solo la función de otorgar valor a las enseñanzas que nos quiere pasar el protagonista.
Durante la primera noche el narrador nos presenta a si mismo y asistimos a la aparición del doble que llega precisamente para aliviar su aburrimiento. Hablan un rato sobre los casos de la aparición de los dobles o sosias en otros lugares y el doble le cuenta una historia de un bibliotecario a quien le aparece su doble y acaba dándole una explicación racional de lo sucedido. El sosia desaparece como un fantasma, con la promesa de volver al otro día para seguir la charla, y así hará todas las noches.
La segunda noche el doble le pide que Antoni le lea uno de sus cuentos, y él le lee Izidor y Aniuta, que es uno de los cuentos que el autor había escrito como cuento independiente algunos años antes y que con este recurso lo inserta en su libro. El cuento es una historia romántica de una pareja ambientada durante el desalojamiento de Moscú frente a la llegada de las tropas de Napoleón. Izidor es un soldado ruso que tiene que decidir si abandonar a su joven esposa con la madre enferma al enemigo y hacer su deber de soldado o si desertar y quedarse con las dos mujeres. Al final la madre lo convence de irse. Cuando vuelve su casa está quemada y entre las cenizas se encuentra con el fantasma de su amada que por no perder su virtud se suicidó, y entonces Izidor se mata con el mismo cuchillo. El sosia le dice que no es verosímil que Izidor hable con el espíritu de Aniuta y la conversación de esta noche se centra en este tema.
La tercera noche es el doppelgäger quien le cuenta una historia. Esta es de evidente inspiración hoffmanniana llegando a ser casi una reescritura de El hombre de arena. Un chico se enamora de una chica y al final descubre que esta es un autómata. Hablan de como la gente se puede equivocar, cómo y por qué gente inteligente acaba haciendo acciones estúpidas. Antoni le pide al sosia que le explique cómo funciona la mente humana y cómo distinguir un hombre inteligente.
Con la cuarta noche entramos en la segunda parte de la novela. Como le había pedido Antoni el sosia se dispone a enseñarle (y enseñarnos a nosotros los lectores) como reconocer a un hombre inteligente. Empieza explicándole qué son por un lado la inteligencia, el sano juicio, las virtudes como la perspicacia, la rapidez de pensamiento etc. y por otro lado los defectos humanos como la pereza, la maldad, la vanidad, etc. Y le enseña como ordenar estas en unos gráficos.
La penúltima tarde empieza con un cuento de Antoni: La vendedora de pasteles. Este cuento va de una viejecita que de día vendía pasteles y de noche echaba las cartas y se convertía en bruja. Arregló todo para que su nieta se casara con el diablo pero esta se rehusó y al final acaba todo bien con el hechizo de la abuela roto y la chica felizmente casada con su amado. Este cuento le proporciona a los dos Antoni la excusa para hablar de la superstición, de magos, brujas y adivinos.
Llegamos así a la sexta y última noche. Empieza con el sosia contando una historia que le pasó a un amigo suyo. Este creció en Borneo donde con 4 años fue raptado por una manada de monos, una hembra lo cuidó como si fuera su hijo. Pasados algunos años vuelve a encontrarse con su verdadera familia y se queda con ellos, sin embargo le queda el amor al mono con el que seguía quedando. A la hora de casarse su novia le dice que tiene que dejar de ver al mono y él lo mata. Destrozado por el remordimiento se enrola en la legión extranjera francesa y se va de allí. La última charla es sobre la ingratitud y el descaro. Se despiden como siempre con la promesa de seguir hablando el día siguiente pero aparentemente el sosia nunca volvió porque Antoni nos dice que "no se si escuché aquellas palabras (que se verían el siguiente día) o si solo me las imaginé".
Como podemos ver, en este cuento la figura del doble nos aparece de manera muy distinta de como la describí en la introducción, en parte la cosa depende del período histórico. En la novela se reconoce muy bien que está a caballo de dos épocas bien distintas, el iluminismo y el romanticismo. Y la figura del doble aquí expresa muy bien las dos características de estas épocas, el racionalismo con el que el doble se presenta, la consciencia fría y serena de su condición y por otro lado los cuentos evidentemente de gusto romántico o gótico. Esta mezcla se percibe en la oscilación de tonos. Como dije en al comienzo se nota que es una de las primeras novelas de este nuevo género que acababa de llegar a Rusia y que todavía no se había desarrollado.
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