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DESCRIPCION DE CARACTERISTICAS DEL ESTADO DE ANIMO Y VARIABLES SOCIODEMOGRAFICAS EN ESTUDIANTES DE PREGRADO PRIMER SEMESTRE DE LA UNIVERSIDAD DEL QUINDIO MODALIDAD PRESENCIAL DIURNO EN EL PERIODO ACADEMICO AGOSTO-NOVIEMBRE DEL AÑO 2014 JONATHAN GONZALEZ WALLES SEBASTIAN DALI CARDENAS PROYECTO DE INVESTIGACION INVESTIGACION EN SALUD PÚBLICA UNIVERSIDAD DEL QUINDIO NOVIEMBRE DE 2014 DESCRIPCION DE CARACTERISTICAS DEL ESTADO DE ANIMO Y VARIABLES SOCIODEMOGRAFICAS EN ESTUDIANTES DE PREGRADO PRIMER SEMESTRE DE LA UNIVERSIDAD DEL QUINDIO MODALIDAD PRESENCIAL DIURNO EN EL PERIODO ACADEMICO AGOSTO-NOVIEMBRE DEL AÑO 2014 JONATHAN GONZALEZ WALLES SEBASTIAN DALI CARDENAS Presentado a: Dr RICARDO ARTURO GARCIA FONSECA PROYECTO DE INVESTIGACION INVESTIGACION EN SALUD PÚBLICA UNIVERSIDAD DEL QUINDIO NOVIEMBRE DE 2014 INTRODUCCIÓN Según las guías de práctica clínica del ministerio de sanidad y consumo de la ciudad de Madrid, España, la ansiedad se define como “una anticipación de un daño o desgracia futuros, acompañada de un sentimiento de disforia (desagradable) y/o de síntomas somáticos de tensión. Es una señal de alerta que advierte sobre un peligro inminente y permite a la persona que adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza”.1 También afirman que “la ansiedad es una sensación o un estado emocional normal ante determinadas situaciones y que constituye una respuesta habitual a diferentes situaciones cotidianas estresantes”. Se dice que cuando la ansiedad pasa límites de intensidad o supera la capacidad adaptativa de la persona, es cuando se observa una ansiedad patológica, ocasionando malestar importante asociado a síntomas que intervienen a nivel físico, sicológico y conductual. A continuación, en la Tabla 1 se observan las diferencias en los tipos de síntomas.1 ![]() Tabla 1. Tomado de: Guías de práctica clínica Trastornos de ansiedad en atención primaria. Otra definición de ansiedad propuesta por DMS-IV-TR-AP (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), refiere que “son un grupo de enfermedades caracterizadas por la presencia de preocupación, miedo o temor excesivo, tensión, o activación que provoca un malestar notable o un deterioro clínicamente significativo de la actividad del individuo”.2 Se dice que la mayoría de las causas de los trastornos de ansiedad son desconocidas, pero existen diferentes factores biológicos, ambientales y psicosociales que pueden estar involucrados. Al Parecer se dice que es la suma de múltiples determinantes lo que favorece la aparición de dichos trastornos, siendo muy frecuente la asociación con otros trastornos mentales como los del estado de ánimo. Con respecto a datos estadísticos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que, un 20% de la población mundial padecerá algún tipo de trastorno de ansiedad en algún momento de su vida.3 Además, se dice que la OMS en los años 2001 y 2013 realizo una encuesta mundial de salud mental, donde utilizo una entrevista diagnostica muy bien estructurada donde se evaluaron a 60.463 adultos.4 En relación a Colombia se dice que participaron 4.544 personas y se encontró una prevalencia de trastornos del ánimo para toda la vida de un 15% y de los trastornos de ansiedad la prevalencia fue del 19.3% para toda la vida.5 Por otro lado se sabe que existen diversos estudios sobre prevalencia de ansiedad y depresión de la población en general, pero el objetivo que tenemos es determinar tal prevalencia en una población especial, estudiantes de la universidad del Quindío, ya que no existen muchos datos estadísticos relacionados con el tema. Los estudiantes universitarios viven en constantes exigencias tanto sicológicas, sociales, económicas y académicas que pueden involucrar de manera negativa en su rendimiento académico, por ende es importante realizar una investigación en nuestra institución. En lo que refiere a población universitaria a nivel mundial se han reportado índices de prevalencia de depresión de 6,6% en Estados Unidos (Garlow et al, 2007), 8,3% en Nigeria (Adewuya et al, 2006) y 20,7% en Japón (Tomoda, Mori, Kimura, Takahashi y Kitamura, 2000), utilizando como instrumentos el Patient Health Questionary (PHQ), el MINI y criterios del DSM-IV, respectivamente. El índice más alto fue encontrado en estudiantes que cursaban su primer año de universidad en Japón, donde se considera que el nivel de exigencia requerido para acceder a los estudios de ese nivel puede determinar un período vital de grandes niveles de estrés, el cual se encuentra relacionado con la aparición de problemas de ansiedad y de depresión.6 Se dice que, la presentación de síntomas depresivos en población universitaria, utilizando principalmente el Inventario de Depresión de Beck (IDB), es entre un 14,2% y un 24% (Parikh et al, 2007); 16% (Marcotte et al, 1999); 21% (Wong, Cheung, Chan, Ma y Tang, 2006) y más del 40% (Mikolajczyk et al, 2008). Tales diferencias de prevalencias se deben al tipo de instrumento usado, ya que el PHQ y el IDB han sido utilizados como herramientas de tamizaje, mientras que el MINI y el DSM-IV se basan en los criterios de diagnóstico ya establecidos.6 Muchas investigaciones concuerdan que los jóvenes que estudian padecen más este trastorno que los que en quienes no estudian con relación a la población general (Caraveo, 1997; Derogatis & Wise, 1989; Foltyn, Nowakowska-Zajdel, Knopik, Brodziak, 1998; Restrepo & Malagón, 1997; Romeroy Medina-Mora, 1987; Rosa, Ockene, Ockene, Barrett, M. A. & Hebert, 1997; Salmons, 1983). Por otra parte, definiremos lo relacionado con rendimiento académico ya que es la asociación que pretendemos determinar con la prevalencia de ansiedad y depresión, y se entiende como; toda capacidad de respuesta que presenta el estudiante ante diversos estímulos educativos previamente establecidos y también como el término que facilita conocer la calidad de la educación en todos sus niveles. Un rendimiento académico bajo conlleva al fracaso del educando y produce resultados que afectan a todos los miembros de la comunidad educativa como alumnos, padres, docentes y por ende, a la sociedad (García-Cruz, Guzmán & Martínez, 2006). El rendimiento académico en estudiantes universitarios ha sido relacionado con un amplio número de factores (Agudelo, Casadiegos & Sánchez, 2008; Castejón & Pérez, 1998; Contreras, Caballero, Palacio & Pérez, 2008; Millings & Zahid, 1999; Mruk, 1998; Papalia, Wendkos & Duskin, 2005).7 Reyes (2004) manifiesta que un estudiante con mal rendimiento académico puede generar varios problemas, tales como la insatisfacción personal, falta de motivación, hasta una baja autoestima, entre otros. De tal manera, Rice (2000), propone investigar la problemática de los adolescentes, teniendo en cuenta para ello la influencia que ejercen los principales contextos en los cuales ellos se desenvuelven, entre los que destaca aquellos entornos con los que tienen un contacto inmediato, primordialmente familia, amigos y la escuela. Muchas de las investigaciones asociadas entre depresión y rendimiento académico no han permitido una aclaración por completo en los adolescentes, ya que dichos estudios como ya habíamos mencionado emplean diferentes formas de evaluación para depresión y diversos parámetros para estimarlo (Galicia, Sánchez y Robles, 2009), algunos resultados de estudios relacionan síntomas depresivos con el bajo rendimiento académico (Amézquita, González & Zuluaga, 2000; Arboleda, Gutiérrez, & Miranda, 20018; Arco, López, Heiborn & Fernández, 2005; Campo, Díaz, Rueda & Barros, 2005; Campo & Gutiérrez, 2001; Castejón & Pérez, 1998; Contreras, Caballero, Palacio & Pérez, 2008; Galicia,Sánchez & Robles, 2009; Galli, 2005; Gallagher, 2002; González, Campo & Haydar, 1999; Miranda, Gutiérrez, Bernal & Escobar, 2000).8 Ademas, se ha manifestado depresión relacionada con estrés por la pérdida de la asignatura cursada (Guavita & Sanabria, 2006; Navarro & Romero, 2001; Organización Panamericana de la Salud (OPS), 2005; Perales, Sogi & Morales, 2003; Vélez & Roa, 2005). De igual manera, se ha reportado que el nivel socioeconómico es un factor importante que determina el rendimiento académico, se realizó un estudio sobre depresión asociada a un bajo rendimiento académico en aquellos que estudian en colegios públicos versus los que estudian en colegios privados, donde el resultado entre depresión/rendimiento académico fue menor o no se presentó (González-Forteza, Villa-Toro, Pick y Collado, 1998). Otro aspecto a destacar es el valor señalado que tiene el ambiente familiar en el desarrollo de la depresión, destacando como fundamental los problemas de comunicación entre padres e hijos (Estévez, Musitu & Herrero, 2005). También se ha encontrado que en la medida en que se asciende en los cursos académicos la depresión disminuye, lo cual podría ser explicado por los mecanismos de adaptación y la experiencia que se va adquiriendo (Conde, 1997; Mora, Natera y Andrade-Palos, 1994; Mueller &Orvaschel, 1997; Zung & Durham, 1965). Cabe señalar también, que Campo et al. (2005), manifiesta que varias investigaciones han encontrado que la identificación temprana de la depresión no solo minimizaría la posibilidad de un bajo rendimiento académico, sino que también reduciría otras conductas de riesgo para la salud, como el consumo de cigarrillo, de alcohol o conductas alimentarias des adaptativas asociadas con la presencia de trastornos depresivos.9 Con respecto al género, un reporte de investigación se encontró que la depresión se manifiesta con intensidad mayor en mujeres que en varones. En las primeras fue de 15.3% (depresión leve) y 2.3% (depresión moderada); frente a un 5.3 % (depresión leve) y un 2.3% (depresión moderada) de los varones. La ansiedad es también mayor en mujeres que en hombres, con una media de 9.2% frente a 8.9% (Riveros, Hernández y Rivera, 2007). En lo que refiere a Colombia, estudios sobre la prevalencia de la depresión hay muchos; uno realizado en la ciudad de Bucaramanga, concluyó que un 12% de estudiantes presentaban rasgos depresivos en la (Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga, 2005), mientras que en estudiantes de la Universidad del Valle la prevalencia fue de 36,4% (Miranda, et al., 2000) y en la Universidad de Caldas fue del 24,6% (Fernández & Giraldo, 2000). Amézquita, González y Zuluaga (2003) encontraron una prevalencia un poco en ascenso (49,8%) en estudiantes de la Universidad de Caldas utilizando el BDI; mientras que Arrivillaga, Cortés, Goicochea, y Lozano (2004) encontraron una prevalencia del 30%, según el BDI, y del 25%, según la Escala Autoaplicada de Zung, en la Pontificia Universidad Javeriana de Cali. En este último estudio otras variables relacionadas con depresión fueron los antecedentes familiares y personales de haber padecido depresión, dificultades académicas, eventos vitales difíciles, consumo de alcohol y planeación y/o intento suicida. Otro estudio, en estudiantes de Medicina del Hospital Militar de Bogotá se encontró una prevalencia global de depresión de 53,2%; siendo la sintomatología depresiva leve de 26,1%, moderada de 21,7% y de severa 5,4%, aplicando la Escala Autoaplicada de Zung (Guavita y Sanabria, 2006). Por otro lado, se sabe que los dos motivos de consulta psiquiátricos más frecuentes en la población en general, son ansiedad y depresión.10 Pero en La mayoría de los estudiantes universitarios se pasa desapercibido esta problemática, ya que no se acude al especialista cuando el trastorno es agudo, es en este momento cuando esta afección evoluciona en un trastorno crónico que puede afectar tanto su vida social como su rendimiento académico en la universidad, por ello es necesario determinar dicha prevalencia en los estudiantes, para con ello analizar que tanto se afecta su rendimiento académico. Por todo lo anterior, el principal objetivo que pretendemos, es determinar la prevalencia de ansiedad y depresión con la ayuda de escalas de Zung (elaborada para el tamizaje de tales trastornos), en donde se tomara una muestra poblacional a estudiantes de la Universidad del Quindío, de las facultades de ciencias agroindustriales, ciencias básicas y tecnológicas, ciencias económicas y administrativas, ciencias humanas y bellas artes, ciencias de la salud, educación e ingeniería, con sus respectivos programas; también se realizara una pregunta acerca de su promedio académico, para determinar la asociación que existe entre ansiedad/depresión/desempeño académico al final del semestre 2014 y la presencia de alguno de dichos trastornos. Ya conociendo las diferentes situaciones en las que se encuentran en constante estrés los estudiantes universitarios, es de vital importancia observar y analizar los resultados de esta investigación para con ello permitir a las familias de los afectados y a las directivas de la universidad desarrollar un plan de prevención e intervención para el mejoramiento no solo de su desempeño académico sino también de su calidad de vida. CAPITULO 1. MARCO TEORICO 1.1 Trastornos de ansiedad Se sabe que estos trastornos normalmente aparecen ante situaciones de estrés, ante cualquier eventualidad de amenaza o de agresión al yo personal. Debido a que existen diferentes clasificaciones sobre los trastornos de ansiedad, decidimos basarnos en los criterios diagnósticos de la clasificación de enfermedades de la Asociación Americana de psiquiatría (DSM - IV - TR). 1.1.1 Generalidades acerca de los trastornos de ansiedad Los trastornos de ansiedad abarcan uno de los motivos más comunes de consulta en psiquiatria.10 por tal razón es de vital importancia que todos los médicos tengan el respectivo conocimiento sobre como diagnosticar un paciente con este trastorno, además cual es el tratamiento a usar y poseer la capacidad de decidir cuándo remitirlo al especialista. 1.1.2 Definición Según Felipe Ortuño Sánchez, Lecciones de psiquiatría, define la ansiedad como "una respuesta emocional básica, dirigida a la adaptación ante situaciones nuevas, intensas o peligrosas”.11 Como ya habíamos mencionado la ansiedad también puede definirse como “una anticipación de un daño o desgracia a futuros, acompañada de un sentimiento de disforia (desagradable) y/o de síntomas somáticos de tensión. Es una señal de alerta que advierte sobre un peligro inminente y permite a la persona que adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza”.1 También se dice que “la ansiedad es una sensación o un estado emocional normal ante determinadas situaciones y que constituye una respuesta habitual a diferentes situaciones cotidianas estresantes”. Se dice que cuando la ansiedad pasa límites de intensidad o supera la capacidad adaptativa de la persona, es cuando se observa una ansiedad patológica, ocasionando malestar importante asociado a síntomas que intervienen a nivel físico, sicológico y conductual.1 Otra definición de ansiedad propuesta por DMS-IV-TR-AP (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), refiere que “son un grupo de enfermedades caracterizadas por la presencia de preocupación, miedo o temor excesivo, tensión, o activación que provoca un malestar notable o un deterioro clínicamente significativo de la actividad del individuo”.2 Cuando se manifiesta esta afección pueden ocurrir diferentes cambios a nivel: a)Nervioso, ya que hay una activación del sistema nervioso central, específicamente del sistema límbico y la amígdala, además secundariamente también se activa el sistema nervioso autónomo; b)Fisiológico, aumenta la secreción de cortisol y catecolaminas que puede llevar a un aumento de la presión arterial, de la frecuencia cardiaca y respiratoria, sudor, entre otras; c)Cognitivo, ya que la persona se centra en la amenaza; d) Conductual, el organismo ejerce una respuesta de lucha o fuga; e) Emocional, acompañada de miedo o activación. Hay que diferenciar la ansiedad en una persona del rasgo ansioso, el rasgo se refiere a la característica innata de una persona (que puede ser ansiosa), también es importante en el tema de ansiedad la clasificación de los síndromes ansiosos para definir en los estudiantes que cuadro clínico presenta o si es el rasgo de su personalidad. Con respecto al rendimiento, se ha propuesto el uso de la curva Yerkes-Dodson para enseñar que la ansiedad inicialmente puede aumentar el rendimiento pero a partir de un determinado nivel de ansiedad se produce un descenso progresivo del mismo. Ver (Fig. 2). ![]() |