UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERÚ FACULTAD DE CIENCIAS APLICADAS e.a.p. educación: mecánica automotriz
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MEDIDAS PREVENTIVAS EN EL TALLER
EQUIPOS DE PROTECCIÓN PERSONAL
| TEMA 12
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| OROSCO FABIÁN, Jhon Richard
| 28-30/06/2011
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Conceptúan las medidas preventivas en el taller describiendo y explicando las características en este tipo de trabajo para comprender la importancia de la prevención de accidentes a través del cumplimiento de las normas.
| Conceptual
| Procedimental
| Actitudinal
| Medidas preventivas en el taller
Definición
Proceso
Aplicación
| Conceptúan las medidas preventivas en el taller . Describen y explican las características y el proceso adecuadamente en el taller.
| Realiza análisis de casos sobre las medidas preventivas en el taller.
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MEDIDAS PREVENTIVAS EN EL TALLER
APROXIMACIONES TEÓRICAS
En los talleres de mecánica automotriz, incluso en los más pequeños, se realizan operaciones de trabajo muy diversas: desde arreglar y sustituir toda clase de piezas, a reconstruir componentes o reparar y pintar carrocerías. Los riesgos laborales de este sector tienen mucho que ver con las herramientas de trabajo y con las condiciones de seguridad de los locales (golpes y cortes, atrapamientos, caídas, contactos eléctricos, incendio, proyección de partículas, etc.), al igual que con la exposición a contaminantes químicos y físicos (pinturas, gasolina o ruido) y con la ergonomía y la organización del trabajo (esfuerzos, fatiga física y mental, etc.). Para ello se tiene en cuenta una serie de normas básicas de prevención que deben tenerse para evitar los accidentes y las enfermedades profesionales de las personas que trabajan en talleres de reparación de vehículos.
NORMAS BÁSICAS
Mantener el orden y la limpieza. En un taller mecánico es de vital importancia cumplir con estos dos requisitos, puesto que la mayoría de accidentes que se producen en este sector tienen relación con ellos. El establecimiento de un sistema correcto de orden y limpieza se basa en: métodos seguros de almacenamiento; señalización de los pasillos; orden de las herramientas; retirada sistemática de los desechos, residuos y desperdicios; y limpieza de suelos.
Utilizar cajas porta-herramientas para transportar las herramientas y, cuando éstas no se usen, colocarlas en paneles o bancos establecidos para tal fin. Igualmente, se deben usar carritos móviles para depositar las herramientas cuando se esté trabajando, evitando de este modo que queden en lugares molestos o peligrosos. El orden y el buen estado de conservación de las herramientas contribuyen a evitar el riesgo de golpes o heridas.
Disponer en los talleres de recipientes incombustibles, de cierre automático y hermético, para depositar en ellos todos los desperdicios inflamables, así como los trapos impregnados de aceite o grasa.
Aplicar las normas de conservación indicadas por el fabricante en todas las herramientas, en las máquinas y en los equipos de protección personal. Es necesario establecer un sistema periódico de revisión.
Colocar barandillas alrededor del foso de reparaciones, de una altura no inferior a 0,90 metros y cubrirlo cuando no se use, para impedir las caídas. Y si son puentes elevadores hidráulicos o rampas limpiar y recoger los aceites, grasas, líquidos de frenos, etc., para evitar los resbalones durante el trabajo.
Instalar seguros de protección (bloqueo automático, fines de carrera, paradas de emergencia, etc.) en dispositivos de levantamiento, los gatos o las plataformas elevadoras; estos mecanismos garantizan la parada inmediata del sistema de elevación, en el caso de que una avería provoque su descenso brusco. Igualmente, hay que comprobar la estabilidad de los gatos y demás soportes móviles antes de iniciar los trabajos de reparación y establecer la prohibición (avisos, señales, etc.) de situarse debajo de las cargas que estén suspendidas.
Poner puesta a tierra en toda la instalación eléctrica, utilizar tensión de seguridad en las lámparas portátiles y emplear enrolladores con enchufes múltiples.
Mantener un buen sistema de ventilación en todo el local para facilitar la eliminación de los gases nocivos (disolventes de las pinturas, gasolina, etc.). Hay que mantener tapados todos los recipientes que contengan sustancias tóxicas y establecer zonas especiales para los trabajos de pintura, que tengan extracción localizada. Del mismo modo, se debe controlar la contaminación producida por los motores en prueba dentro del taller y usar aspiradores localizados que se introducen en el interior de los tubos de escape. Estas medidas ayudan a prevenir tanto los riesgos higiénicos como el peligro de incendio.
Usar los equipos de protección individual (EPI) adecuados para cada trabajo y que, al igual que las máquinas, tengan el marcado: guantes para evitar el contacto con las grasas, detergentes, ácidos, disolventes o pinturas; protección auditiva contra ruidos; gafas o pantallas faciales contra proyección de partículas; manguitos, mandil y polainas para labores de soldaduras y mascarilla para preservarse de la exposición a contaminantes químicos.
Organizar el trabajo evitando prolongar en exceso la jornada laboral habitual y planificar las tareas teniendo en cuenta que hay que destinar una parte del tiempo para imprevistos. De este modo, se ayuda a prevenir situaciones de cansancio físico y psíquico que pueden originar un accidente.
Instruir convenientemente a todas las personas que trabajan en un taller de mecánica automotriz de todos y cada uno de los cometidos y situaciones de riesgo ante los que se puedan encontrar.
CASO PRÁCTICO
Manuel es el propietario de un pequeño taller de reparación de vehículos en el que trabaja junto con dos operarios más: Carlos, el veterano del grupo, y Pablo, un joven que ha terminado los estudios de Mecánica Automotriz y que se ha incorporado a la empresa hace unos meses. En esta época del año están muy atareados. Se acerca el verano y todo el mundo quiere tener el vehículo en buenas condiciones para las vacaciones. El taller, que es de dimensiones muy pequeñas y ni siquiera tiene ventanas, está a rebosar. Hace más de dos semanas que los tres trabajadores terminan su jornada a las diez de la noche y cada día surge un nuevo imprevisto. Incluso, Manuel ha admitido un par de vehículos para repararlos de chapa y de pintura, cosa muy poco habitual en el taller. Manuel le encarga a Pablo que termine de arreglar el panel de la puerta del vehículo rojo que trajeron hace dos días. Tiene que pulirlo y después pintarlo. Pablo le pregunta a Manuel dónde tiene que hacer estas tareas puesto que no sabe si hay alguna zona concreta destinada para ello. Manuel le explica, con tono irónico, que en aquella empresa no había cabida para zonas especiales de trabajo y le indica un rincón situado al fondo del taller, cercano al foso de reparaciones. Cuando tienen que pintar algún vehículo, lo hacen allí. Pablo coloca el vehículo en el lugar que le han indicado y se prepara el material para trabajar. El compresor, la pintura y las herramientas las deja en el suelo, entre el foso de reparaciones y el automóvil, porque el único carrito de herramientas que había en el taller lo estaba utilizando Carlos. Después, va a buscar la mascarilla para protegerse de la toxicidad de la pintura, pero se encuentra que está rota por un extremo y que no se puede utilizar. Pablo decide ponerse a trabajar igualmente y comentar después el asunto con sus compañeros.

Cuando lleva un rato aplicando la pintura en el vehículo, empieza a sentirse un poco mareado. No le da importancia y continúa con su tarea. Sin embargo, al cabo de un rato vuelve a encontrarse mal. En aquel momento, sus dos compañeros están probando dos vehículos dentro del taller y los gases de los motores inundan la zona posterior del pequeño recinto, justo donde se encuentra Pablo. El chico, mareado, da unos pasos hacia atrás, pisa un destornillador y cae al suelo a pocos centímetros del hueco del foso de reparaciones, que no estaba tapado. Pablo, desde el suelo, contempla asustado el agujero y piensa que “de buena se ha librado”. Factores del riesgo:
No disponer de carritos de herramientas suficientes para todos los trabajadores. Norma básica “b”.
Inexistencia de un sistema de ventilación general en todo el taller. Norma Básica “h”.
Mencionar 5 factores de riesgo teniendo en cuenta las normas básicas de prevención de riesgos.
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Bibliografía:
1. RONAL P. BLAKE
| “Seguridad Industrial”. Archivo PDF - 1990
| 2. RAMIREZ MALPICA, Roberto
| “Seguridad Industrial” Edit: Limusa – México México . 1998
| 3. LABORDA, R. , RECALDE D Y OTROS
| “Manual de Seguridad e Salud para operaciones en Talleres Mecánicos” – Universidad Politécnica de Valencia 2008.
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