La sociedad de riesgo
PRÓLOGO 1
RIESGO 2
Max Weber y John Maynard Keynes o el oculto papel clave del no-saber 6
EL CÁLCULO DEL RIESGO: SEGURIDAD PRONOSTICABLE ANTE UN FUTURO ABIERTO 8
EL PAPEL DE LA TÉCNICA Y LAS CIENCIAS NATURALES EN LA SOCIEDAD DEL RIESGO 11
. REFLEXIVIDAD POLÍTICA: EL CONTRAPODER DEL PELIGRO Y LAS OPORTUNIDADES DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES 13
El retorno de la responsabilidad estatal o por qué fracasa el Estado neoliberal 18
OPINIÓN PÚBLICA MUNDIAL Y SUBPOLÍTICA GLOBAL O ¿CUÁN REAL ES LA CATÁSTROFE CLIMÁTICA? 24
EL ESTADO PREVISOR O EL PESIMISMO LINEAL RESPECTO AL PROGRESO HA QUEDADO ANRTICUADO 32
¿SABER O NO-SABER? DOS PERSPECTIVAS DE LA «MODERNIZACIÓN REFLEXIVA» 34
EL PRINCIPIO DE ASEGURACIÓN: CRÍTICA Y CONTRACRÍTICA 37
DIALÉCTICAS DE LA MODERNIDAD: DE CÓMO LAS CRISIS DE LA MODERNIDAD PROCEDEN DE LAS VICTORIAS DE LA MODERNIDAD 61
PRÓLOGO
En 1986 se publicó Risikogesellschaft (La sociedad del riesgo)* y en 1999 World Risk Society, que se tradujo a más de diez lenguas pero no al alemán. El intento de publicarlo ahora también en esta última lengua se ha revelado, incluso introduciendo las pertinentes modificaciones, imposible. Han pasado demasiadas cosas, hemos tenido que aprender mucho sobre los riesgos globales desde entonces. De modo que ha nacido un libro nuevo. Motivos para escribirlo no faltaban. Por un lado, la sucesión ininterrumpida de acontecimientos, en los que la realidad y los medios de comunicación de masas escriben en coprodücción más y más capítulos de la «sociedad del riesgo mundial». Lo que hace veinte años parecía exagerado es hoy el guión de la realidad: «Estamos todos en una zona de peligro mundial» ( Tagesanzeiger, Zúrich, 2006). Por otro, la influencia que la tendencia a la globalización de los riesgos ha ejercido en la recepción de La sociedad del riesgo. Mientras tanto, mis análisis han sido traducidos a más de treinta lenguas y desencadenado apasionados debates más allá de las fronteras, entre naciones y disciplinas científicas muy diversas (la sociología, la ciencia política, el derecho, la historia, la filosofía, la antropología, la ecología, las diversas ingenierías). De tales controversias han nacido numerosos trabajos que han seguido desarrollando, en ámbitos de experiencia muy diversos y con gran amplitud temática, los contornos, paradojas y contradicciones de la sociedad del riesgo (mundial). Este discurso mundial sobre la sociedad del riesgo me ha estimulado a seguir pensando y escribiendo acerca de la sociedad del riesgo mundial. A continuación citamos algunos de estos trabajos. En primer lugar, los muy inspiradores de Joost van Loon, Risk and Technological Culture: Towards a Sociology of Virulence y Piet Strydom, Risk, Environment and Sociology: Ongoing Debates, Current Issues and Futures Prospects. * Barcelona, Paidós, 1998.
16 La sociedad del riesgo mundial EL PODER DE LA IMPOTENCIA O LA CRISIS DE LA REPUTACIÓN DE LOS BANCOS La presión de un pequeño grupo ecologista de Westfalia compromete la realización de un proyecto millonario: la construcción de un reactor atómico en Belene, Bulgaria. Después de las protestas de dicho grupo, un ejemplo de movilización civil por encima de fronteras, el Deutsche Bank y el Hypo Vereinsbank, que financiaban la central nuclear, se echan atrás con el argumento de que tienen que evitar el «elevado riesgo» que corre su «reputación». En la valoración del proyecto, incluidos los aspectos ecológicos, no ha variado nada, dicen. Dan el paso únicamente por las protestas de los grupos Urgewalt y Ausgestrahlt y sus socios europeos. La anticipación del peligro atómico que podría representar en el futuro la central que estaba previsto construir en Bulgaria es lo que había llevado a un pequeño grupo antinuclear —radicado en el oeste de Alemania pero activo a nivel europeo— a realizar acciones de protesta (por ejemplo, denuncias públicas ante el Deutsche Bank oportunamente difundidas por los medios de comunicación) hasta conseguir que los silenciosos magnates del capitalismo global, los bancos, cedieran. EXCLUSIÓN DE LOS GENES DE RIESGO Gracias a los éxitos de la genética y de la medicina reproductiva los padres pueden seleccionar embriones cuyo perfil genético presente un reducido riesgo de enfermedad. Aprovechan así las posibilidades de la medicina reproductiva para «eliminar» aquellos embriones que podrían —si no con seguridad, sí con una cierta probabilidad— sufrir, por ejemplo, cáncer en el futuro, y traer al mundo niños potencialmente sanos. Todas las parejas, quieran o no, se encuentran tarde o temprano ante esta difícil decisión: tienen que sopesar si su deseo de evitar un sufrimiento de cuya aparición no están seguros justifica la selección consciente y el «rechazo» de aquellos niños portadores potenciales de algún gen identificado de alguna manera como «de riesgo». Análogamente puede rebajarse el umbral de inhibición. El interés creciente en descubrir y desactivar cuanto antes el riesgo de cáncer mediante el genetic screening [cribado genético] revela una creciente tolerancia hacia la selección genética y contribuye a que el diagnóstico de preimplantación también se aplique a características que al final ya no conciernen a enfermedades, sino a preferencias y prejuicios. Y aunque mientras tanto en Estados Unidos son
Introducción: escenificación del riesgo mundial 17 miles los niños sometidos a estas prácticas preembrionarias que están perfectamente sanos, la preocupación por el desconocimiento de sus consecuencias a largo plazo no puede borrarse de un plumazo. LONDRES, NUEVA YORK Y TOKIO ENGULLIDAS POR EL MAR La ministra de Asuntos Exteriores británica, Margaret Beckett, dijo en noviembre de 2006 que las guerras por obtener recursos limitados —tierra, agua potable, petróleo— son tan viejas como la misma historia. Actualmente el cambio climático amenaza con reducir la provisión de estos recursos en algunas de las regiones más inestables de la Tierra, en particular Africa y Oriente Medio, que son las más dramáticamente afectadas. Si el cambio climático plantea en este sentido un problema de politica exterior, entonces también cabe decir lo contrario, o sea, que la política exterior tiene que ser parte de la solución de los problemas que el cambio climático provoca. Si el calentamiento del planeta aumenta cuatro grados centígrados, Londres, Nueva York y Tokio podrían desaparecer bajo el mar. Para evitar, pues, problemas «locales» —la inundación de Londres— se necesitan iniciativas globales, un global deal. A tal efecto, es preciso no sólo implicar al pecador climático número uno —Estados Unidos—, sino también encontrar una fórmula de compromiso para la justicia global en un mundo en el que las riquezas, igual que los riesgos, se distribuyen de manera radicalmente desigual. Conseguirlo es de todos modos un cometido consistente y una utopí concreta a cuya realización deberían contribuir todos los países, aunque sólo fuera por intereses exclusivamente nacionales. CAMBIO DE FRENTES En la política climática se observa un cambio de paradigma. Se empieza a comprender que, en lo que atañe a la catástrofe climática, la soberanía del mercado representa una amenaza mortal. Por eso gran parte de la economía transnacional ha cambiado de frente e intenta tomar posiciones en la competencia por el mercado de las tecnologías ecológicas y las energías renovables. Lo cual también significa que se vislumbra una nueva alianza entre movimientos de la sociedad civil y las grandes corporaciones. En enero de 2007 diversos grupos empresariales americanos
argumental que recorre episodios tan distintos y los convierte en parte de un único guión? Y la respuesta, para expresarla concisamente, es: son escenas de un cosmos de significados desconocidos, la sociedad del riesgo mundial, cuyas turbulencias, contradicciones, simbología, ambivalencias, angustias, ironías y ocultas esperanzas vivimos y sufrimos sin llegar a comprenderlas ni conocerlas del todo. El objetivo de este libro es aguijonear el querer comprenderlas y contribuir al poder conocerlas, cosa que a modo de introducción ensayamos mediante tres conceptos sucesivos: riesgo, sociedad de riesgo y sociedad de riesgo mundial.
|