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![]() ![]() ![]() CONCIENCIA GLOBAL PSICOSINTESIS: SER TRANSPERSONAL EL NACIMIENTO DE NUESTRO SER REAL R ![]() Primera edición: octubre de 1993 Tercera edición: noviembre de 2000 Título original: Lo svilupo transpersonale Traducción: Jorge Viñes Roig Diseño de portada: Miguel Parreño © Casa Editrice Astrolabio - Ubaldini Editore, Roma, 1988 De la presente edición en castellano: © Gaia Ediciones, 1996 E-mail: alfaomega@sevv.es www.alfaomegadistribucion.com Depósito Legal: M. 42.179-2000 I.S.B.N.: 84-8445-020-1 Impreso en España por: Artes Gráficas COFAS, S.A. Reservados todos los derechos. Este libro no puede reproducirse total ni parcialmente, en cualquier forma que sea. electrónica o mecánica, sin autorización escrita de la editorial. Versión digital de Pluto, Mayo del 2003 Corrección segunda. Prefacio Introducción recopiladora Primera parte El estudio del superconsciente El despertar y el desarrollo de la conciencia espiritual El superconsciente Alpinismo psicológico La expansión de la conciencia: conquista y exploración de los mundos internos Superconsciente y creación artística La inspiración transpersonal La intuición La imaginación La Iluminación La Revelación 5 y 6. Inspiración y Creación 7. Comprensión e Interpretación Telepatía vertical Símbolos de las experiencias transpersonales Ejercicio de la rosa.—Introducción Técnica del Ejercicio Segunda parte El despertar espiritual 9. Fases y crisis del desarrollo espiritual 10. El desarrollo espiritual y los trastornos neuro-psíquicos I. Crisis que preceden al despertar espiritual II. Crisis producidas por el despertar espiritual Las reacciones que siguen al despertar espiritual Las fases del proceso de transmutación V. La «noche oscura del alma» Mística y medicina El despertar del alma La purificación del alma La ciencia de la purificación aplicada Purificación física Purificación emocional Purificación de la imaginación La mente analítica La muerte superior sintética Cuadro de meditaciones para la purificación 15. Obstáculos al desarrollo espiritual: el miedo Métodos psicológicos Métodos espirituales El miedo a sufrir: reflexiones sobre el dolor Obstáculos al desarrollo espiritual: los apegos Método del 'desgarro' Método de la transmutación Método de la desdramatización y el humor Método de la independencia interior y de la autonomía espiritual 18. Obstáculos emotivos y mentales: agresividad y criticismo Transformación y sublimación Desarrollo de las cualidades opuestas Tercera parte La espiritualidad en la vida cotidiana La espiritualidad del siglo XX Transmutación y sublimación de las energías afectivas sexuales La represión de los elementos inferiores Permitir el libre desahogo de las pasiones y de los instintos La transformación y sublimación de las energías instintivas, pasionales y sentimentales Dinero y vida espiritual Marta y María: vida activa, vida meditativa Elementos espirituales de la personalidad: la belleza Elementos espirituales de la personalidad: el amor Elementos espirituales de la personalidad: la energía. Elementos espirituales de la personalidad: poder-voluntad 27. Reflexiones sobre la paz Apéndice primero.—Elementos espirituales de la personalidad: el sentido moral Apéndice segundo.—Elementos espirituales de la personalidad: deseo de saber y capacidad de conocer Notas bibliográficas Prefacio Esta obra es una antología de escritos de Roberto Assagioli —apuntes, conferencias, ensayos, lecciones— que fueron desarrollados en el tiempo con una unidad temática: el proceso «transpersonal». En toda persona se encuentra latente un ámbito del Ser que se encuentra más allá de la experiencia fenoménica común: la transpersonalidad. Para Roberto Assagioli, la búsqueda interior y la realización del Sí Mismo representan una auténtica y verdadera "praxis' que activa, cuando la madurez psíquica lo permite, la dimensión transpersonal. Este libro es, por tanto, una obra útil para todo aquél que precisa de comprensión y de orientaciones prácticas en la ardua tarea que implica conocerse y realizarse a sí mismo. La transpersonalidad es el ámbito del ser donde reside una cualidad superior. Ciertamente, tal cualidad es inicial-mente recesiva, pero no debe entenderse por ello que se trata de un don excepcional y reservado a unos pocos. Por el contrario, la dimensión transpersonal se encuentra a disposición de cualquiera que la evoque y la intente desarrollar con un empeño consciente y un templado uso de las propias energías, mediante las técnicas y entrenamientos oportunos. Para la Psicosíntesis, la primera y última certeza del «fenómeno humano» es el Sí Mismo: el centro de gravedad del cual es imposible prescindir y peligroso alejarse. Es evidente que tal concepción no es un artificio para eludir los problemas de la personalidad y del mundo, sino que es consecuencia de la comprensión de lo que es relativo y lo que es permanente en la estructura atómica del hombre, que es «estructuralmente» idéntica a la energía que compenetra todo el Universo. Bajo esta óptica, la Psicosíntesis utiliza toda la potencialidad del «planeta-hombre»: un ser que representa un microcosmos en continuo devenir, confiado a la responsabilidad de la conciencia que lo anima. Roberto Assagioli ha demostrado verdaderamente ser un científico del espíritu que ha dedicado su vida a descubrir la realidad fenoménica que subyace tras la mera evidencia de los hechos comprobados. Cuando examinamos serenamente su obra, encontramos que su concepción del hombre se revela irreprochable, mientras que su enfoque psicosintético de la vida es de una amplitud ilimitada. La Psicosíntesis es un «sistema abierto», susceptible de continua e infinita evolución, con un enfoque experimental —basado en hipótesis y en técnicas psicodinámicas probadas— que encuentra aplicación práctica en todos los campos de la actividad humana. La obra de Roberto Assagioli, médico y psiquiatra, adquiere todavía una mayor relevancia cuando la situamos en el periodo histórico en el que éste emprendió y llevó a cabo toda su tarea de investigación y de divulgación. Ello demuestra su genialidad. Sus primeros escritos se remontan al año 1906, antes de haber cumplido los veintidós años, edad en la que se licenció en medicina y viajó a Zurich para especializarse en psiquiatría. Casi contemporáneo de Freud y de Jung, intuyó enseguida la interacción entre la estructura biológica y el substrato emocional y mental del hombre, estableciendo sus relaciones y enunciando algunas leyes fundamentales de la psicodinámica. Y todo ello en un periodo en el que la cultura médica oficial todavía distaba de plantearse siquiera el enfoque psicosomático. Excepcional humanista, no se conformó con estas primeras conquistas, sino que amplió los horizontes de la psicología hasta el terreno ilimitado de la espiritualidad. Mientras Freud investigaba los bajos fondos de la psique y Jung entreveía el resplandor del destino del hombre tras las sombras de su pasado, Assagioli se aprestaba a conquistar el «átomo permanente» del hombre, describiendo sus contornos e indicando sus formas de acceso, abriendo así una nueva vía a la búsqueda interior de la divinidad. La Psicosíntesis plantea de hecho un nuevo camino de autorrealización, en línea con las nuevas hipótesis y métodos de la ciencia, basado en la acción y en la responsabilidad directa: la vida pasa por nuestras manos y nadie asume el control, aceptando el presente como inevitable corolario del pasado, conscientes de preparar en cada instante el propio futuro. La primera parte del libro posee un carácter descriptivo y nos introduce al concepto de “superconsciente”, es decir, al aspecto latente de la dimensión humana donde residen los valores superiores del hombre. Al respecto, el autor libera el contenido espiritual de los recintos a donde históricamente se le había relegado: las religiones, las filosofías y las diferentes ideologías ocultistas. Uniéndose a las investigaciones psicológicas de W. James, Bucke, Hall, Jung, Frankl, Maslow y otros investigadores de su época, Assagioli se posiciona en contra de la marginación de lo «espiritual» dentro del contexto de la investigación científica, y en nombre de una verdadera ciencia humanística, propone un método de investigación experimental que no limita su objetivo únicamente al criterio cuantitativo, sino que lo completa con el valor cualitativo de la experiencia. Dicho método provee los instrumentos y técnicas adecuadas para una investigación cuyo campo de observación se desplaza del mundo externo al interno, conservando sin embargo los requisitos indispensables de objetividad y de realidad fenoménica. En esta operación, resulta evidente la dificultad que representa para el hombre llegar a ser un imparcial observador de sí mismo para poder analizar desapegadamente sus propias reacciones intrapsíquicas. Pero, tal y como sostenía Assagioli, en estos casos lo importante es «razonar bien» y estar disponible a la experiencia de renovación sin preconceptos o prejuicios, sintiéndose testimonio directo de esa ley fundamental del Universo que es el proceso evolutivo, el cual impulsa a todo aquello que existe a una incesante transformación, ya sea mediante la selección natural o bien por una autogestión responsable. La segunda parte del libro está dedicada a los problemas y crisis que pueden surgir en el camino espiritual, y presenta la actitud más adecuada para afrontarlos y superarlos. Aquí se pone de manifiesto todo el equilibrio y la participación de Assagioli como hombre, pues él recorrió ciertamente tales caminos afrontando todo tipo de dificultades. Assagioli posee, de hecho, el enorme mérito de haber sabido integrar tres aspectos fundamentales de su experiencia existencia!: el cultural, en el cual su inmensa erudición le permitió cosechar los frutos más significativos del saber, desde las tradiciones más antiguas hasta nuestros días; el científico, en el que su profesión de psiquiatra y psicoterapeuta le brindó la oportunidad de profundizar en vivo en la «problemática del hombre»; y, finalmente, el humano, en el que su auténtica vocación por la autorrealización le hizo superar, con gran serenidad y valor, las arduas pruebas a las que la vida le sometió. En Assagioli, esta síntesis resulta evidente y se manifiesta en una iluminación interior y un gran amor hacia la humanidad, características siempre presentes a lo largo de toda su obra. Lo que más impresiona de él es su capacidad de ponerse de parte del hombre —incluso cuando denuncia sus aspectos negativos— en base a su ilimitada confianza en el futuro. La tercera parte del libro traslada la investigación precedente al ámbito de lo cotidiano, señalando los valores del espíritu y las metas primordiales de nuestra existencia. Aquí, además, la palabra de Roberto Assagioli deviene en testimonio: quien lo conoció entonces no pudo ya olvidar el resplandor de su persona irradiando belleza, amor, alegría, compasión y paz. Al leer estas páginas se tiene la certeza de que, después de las grandes penalidades, desde lo más profundo del hombre nacerá el alba luminosa de la divinidad, ante cuyo resplandor los sufrimientos, los apegos y las pasiones son, como por arte de magia, transfigurados en el sublime proceso de renovación. Se trata de la catarsis o purificación que anuncia el nacimiento de una nueva humanidad y que Roberto Assagioli intuyó y experimentó en su propia conciencia. Los escritos de Roberto Assagioli no necesitan un largo prefacio. La claridad expositiva, la fluidez, la coherencia del lenguaje, la continua ejemplificación de los conceptos, la ausencia de cualquier «hermetismo» y el respeto absoluto por los valores semánticos lo convierten en un excelente escritor. Por todo ello, y por su constante empeño en esclarecer sus propios pensamientos, Assagioli es el compañero ideal para todo aquel que desee seguirlo en sus conquistas interiores. Es este, en mi opinión, un libro en el que procede profundizar con calma: no contiene novedades existenciales, ni plantea exaltadas aventuras psíquicas, ni mucho menos indica métodos fáciles para entrar en ilusorios paraísos. Es, más bien, una valiosa recopilación de temas de sabiduría y de reflexiones psicoespirituales que constituyen una excelente guía para todos aquellos que buscan la verdad en lo más profundo de su propio ser. Sergio Bartola Introducción de la recopiladora Roberto Assagioli nació en Venecia el 27 de Febrero de 1888 y murió en Capolona, en la provincia de Arezzo, el 23 de Agosto de 1974. Dejó varias publicaciones, además de un gran número de escritos en gran parte inéditos, elaborados en el transcurso de los años —y por lo tanto, no fechados— en los que la norma psicológica por él concebida y desarrollada con el nombre de Psicosíntesis se amplía en toda su riqueza. El objetivo del Instituto de Psicosíntesis al publicar el presente volumen es valorizar dicha riqueza conmemorando el centenario del nacimiento de su fundador. Adentrarse en el mundo del pensamiento assagiolano significa tomar conciencia de su amplitud y riqueza, así como de su linealidad y coherencia: un preciso hilo conductor parece ir hilvanando los escritos de los diferentes periodos, uniéndolos simbólicamente. Esta característica ha facilitado la subdivisión y la organización del material. Profundizando en la lectura de sus escritos, se percibe que la realidad bio-psico-espiritual del hombre se le apareció completa a Assagioli desde el principio, y que posteriormente su pensamiento fue desarrollando y revistiendo de forma toda esta intuición inicial. Ya en 1909, al publicar en la Rivista di Psicologi Applicata el artículo «La psicología delle idee-forze e la psicagogia», Assagioli proponía una concepción del hombre y una disciplina psicológica que, tal y como él mismo recordaría en 1971(1), contenía en germen los puntos claves de la psicosíntesis. Los años y las experiencias confirmarían aquellos primeros destellos, desarrollarían la forma y el pensamiento, enriquecerían sus especificaciones, las colorarían de matices y las dotarían de profundidad y de belleza. Organizar los diferentes escritos en un cuadro cronológico resultaría bastante complicado y quizás también algo superfluo. Sería más por una cuestión de curiosidad que por verdadera necesidad, ya que el pensamiento de Assagioli se desenvuelve claro y coherente en el transcurso de los años y, aun a pesar de su heterogeneidad, todo su material se organiza por sí mismo. No es preciso especificar la organización implícita a esta selección: la sustancia adquiere forma espontáneamente y hoy está listo ya este Ser Transpersonal, en el que confluyen escritos que probablemente habrían formado parte del último libro que Assagioli se disponía a escribir. Con ello se proponía «seguir ocupándose de forma más coordinada y sistemática del «estudio e investigación» de las experiencias superconscientes de las que se ocupaba ya desde «hacía décadas», y sobre las que se centra el interés de la psicología transpersonal (2). Que estos escritos hayan sido reunidos en esta obra está más que justificado por el hecho de hallarse en una carpeta gris, sobre la cual el propio Assagioli, con su adornada pero clara caligrafía ochocentista, escribió con un fluido trazo de pluma azul: «Volumen de Ensayos Espirituales». En cierto aspecto, toda la obra de Assagioli es espiritual, pero mucho más específicamente espiritual es la parte que trata de esa «aventura larga y ardua», de ese «viaje a través de extraños países» que es el desarrollo espiritual del hombre (capítulo 10, pág. 129). Y de ello trata el presente volumen, con todo su interés humano y científico. El enfoque de Assagioli, psiquiatra y psicoterapeuta, es eminentemente psicológico; y para evidenciar tal carácter se ha preferido usar en el título el adjetivo transpersonal —introducido en psicología sobre todo a través de Maslow y de su escuela— en substitución del término «espiritual». «Científicamente —observa Assagioli— es un término más apropiado; es mucho más preciso. Por una parte es neutro e indica aquello que está más allá o por encima de la personalidad ordinaria. Por otra, evita la confusión que resulta de mezclar todo aquello que genéricamente se engloba bajo el término espiritual, pero que en realidad no es más que pseudo-espiritualidad o 'parapsicología'.» A lo largo del libro, para respetar la originalidad del texto assagiolano, se ha conservado sin embargo el término «espiritual», utilizado por el autor «en su más amplia connotación, que incluye no sólo las experiencias específicamente religiosas, sino todos los estados de conciencia y todas las funciones y actividades que contienen valores superiores a la media: valores éticos, estéticos, heroicos, humanitarios y altruistas». De acuerdo con las indicaciones del propio Assagioli, el término «desarrollo espiritual» abarca, por tanto, ...»Todas las experiencias relacionadas con el conocimiento de los contenidos del superconsciente, que pueden incluir o no la experiencia del Sí Mismo.» (3). El libro se articula en tres partes: la primera, nos introduce al tema de la realidad del mundo superconsciente desde un punto de vista cognoscitivo; la segunda, sigue de cerca las fases y los problemas del proceso de desarrollo espiritual; la tercera, se ocupa de imbricar sus efectos en lo cotidiano. Porque... «Todo proceso psíquico se basa en dos aspectos o momentos inseparables y, sin embargo, distintos: uno, de conocimiento y comprensión; el otro, de actuación» (4); y porque ... «La concepción espiritual de la vida y de sus manifestaciones, lejos de ser teórica o no práctica, es eminentemente revolucionaria, dinámica y creativa» (5). María Luisa Girelli (1) Ver Roberto Assagioli, La psicología e l'esistenza umana, Instituto de Psicosíntesis, Florencia, 1971. (2) Ver página 74 del capítulo 6 del presente volumen (3) Ver Roberto Assagioli, Principi e Metodi dclla Psicosintesi Terapéutica, Astro-labio. Roma, 1973, p. 43. (4) R. Assagioli, Il valore practico ed umano della cultura psichica, Instituto de Cultura y terapia psíquica, Roma, 1929. (5) R. Assagioli, Denaro e vita spirituale. Ver el capítulo 21 del presente volumen. Primera Parte |